“La realidad evidencia que, tras varios años de cosechas medias, nos encontramos con la suficiente madurez para permitir unos precios estables que beneficien a productores, industriales y consumidores. El problema del sector del olivar no son los excedentes: las exportaciones crecen, como lo hace el reconocimiento y valoración en el exterior del aceite de oliva como un producto con unas características saludables de primer orden. A ello hay que sumarle los condicionantes meteorológicos que también afectan al cultivo. En definitiva, el problema estructural del olivar no son los excedentes, porque no sobra aceite, sino la volatilidad de los precios”,ha explicado Gregorio López, responsable de olivar de COAG.
En la actualidad, según los datos de esta organización agraria, los precios para los aceites de oliva vírgenes se sitúan en 3,50 euros-3,60 euros/kg. y los vírgenes extra en 3,70 euros/kg.-3,80 euros/kilos; mientras que en el caso del lampante, las cotizaciones no bajan de los 3,45 euros/kg. En esta coyuntura, a su juicio, es vital abordar la puesta en marcha de mecanismos de regulación de mercado, tal y como recoge la Política Agraria Común (PAC), para dotar al sector de la estabilidad necesaria.
“Tras años de pérdidas para los olivareros, el escenario actual nos permite ser moderadamente optimistas. Una reducción de cosecha por falta de lluvias y el buen ritmo de comercialización permiten vislumbrar una fortaleza de los precios, que afortunadamente superan los costes de producción, que se sitúan en 2,50 euros/kg., según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama)”, ha vaticinado López.
En este sentido, COAG ha considerado que el momento actual (con oferta, demanda y precios que se presumen estables) es idóneo para buscar soluciones y poner en marcha las medidas que el sector necesita. En su opinión, es momento de que se cumpla la promesa recogida en la última reforma de la PAC, según la cual se revisarían y actualizarían los umbrales de desencadenamiento automático del almacenamiento privado.
Cosecha más corta pero calidad excepcional
Por otro lado, la organización agraria ha confirmado que no se van a cumplir las previsiones, que cifraban la producción de aceite de oliva para toda España en 1,38 millones de toneladas, y cree que este dato se va a reducir de manera considerable porque se está recolectando menos aceituna (-15%) y porque el rendimiento graso de la misma es inferior en varios puntos al de un año normal, circunstancias provocadas por las altas temperaturas y la sequía que ha sufrido el cultivo.
Según COAG, las posteriores lluvias han servido para salvar los árboles y tener mejores perspectivas para la campaña del año que viene pero han llegado tarde para la actual.
No obstante, la organización ha destacado que la calidad en esta campaña es excepcional porque casi todo el fruto se está recogiendo del árbol y apenas se ha caído nada al suelo.
Campaña en Jaén
Por su parte, la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Jaén ha subrayado en un comunicado que la campaña de aceituna va con un mes de retraso y que en esta provincia apenas se ha recogido un tercio de lo aforado, mientras que en el resto del país bastante menos de la mitad.
Según los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), a 31 de diciembre, se han producido en la provincia jiennense 174.352 toneladas de aceite; en Andalucía, 420.000 t.; y en España, 543.000 t.
La organización ha detallado que las existencias son mucho menores que el año pasado por estas mismas fechas y que la media de los últimos cinco años; y que los bajos rendimientos y el retraso en la maduración del fruto son la principal causa de este retraso, aunque habrá que esperar a conocer los datos de enero para hablar de si se cumplen o no los aforos.
En cuanto a las salidas, Asaja-Jaén ha asegurado que destacan por su buen ritmo con 115.000 toneladas en el último mes y 338.000 en los tres primeros meses de campaña, a pesar de los buenos niveles de precios.
