Los datos provisionales de la AICA, facilitados por la Asociación Agraria jóvenes Agricultores (Asaja) de Jaén, detallan que España ha producido en los cinco primeros meses de la campaña 1.230.000 toneladas, mientras que en el caso concreto de Andalucía la cifra acumulada es de 1.006.000 toneladas. En cuanto a las salidas al mercado, destaca su buen ritmo, con 136.500 toneladas en febrero, la segunda mejor salida mensual en lo que va de campaña; mientras que de las cinco últimas campañas, se trata de la segunda mejor salida para un mes de febrero, según esta organización agraria.
Por su parte, las existencias totales ascendieron a 987.300 toneladas, lo que supone 25.000 toneladas más que el mes anterior y 99.100 toneladas menos que las de la campaña anterior.
¿Año histórico?
El director general de Luque Ecológico, Juan Manuel Luque, cree que este año puede pasar a la historia como el de mayor cifra de venta de aceite de oliva español, ya que a los elevados precios se suma una cosecha que, si bien es más baja que las expectativas de algunos operadores, se sitúa entre las diez mejores de la historia.
Para Luque, “podemos estar de acuerdo en que son unos precios demasiado altos, que vamos a perder cuota de mercado, que los envasadores pierden dinero, etc., pero la realidad, que es muy tozuda, nos muestra que cada mes salen más kilos de aceite y el precio es más alto”. A su juicio, “tenemos la tormenta perfecta en el sector del aceite de oliva y sólo los productores españoles tienen la capacidad de que siga subiendo o de que baje el aceite a nivel mundial”. “En este momento es nuestra responsabilidad y solo nuestra que mantengamos unos niveles de precios altos pero estables o que el precio comience otra escalada. Lo único claro es que cuanto antes suba más posibilidades hay de que baje dentro de la misma campaña”, ha aseverado, al tiempo que ha señalado que “podríamos optar por continuar abasteciendo al mercado de manera continua o por guardar aceite y esperar a la cresta de la ola y que la ola no nos caiga encima”.
En su opinión, “los grandes grupos -que son los que tienen las grandes cantidades de aceite- van a tener la responsabilidad de continuar abasteciendo al mercado y no dejar que el precio se dispare a unos niveles de los que nos podríamos arrepentir”.
La demanda de Italia
El director gerente de Oleoestepa, Álvaro Olavarría, cree que la evolución de los precios estará sujeta en primer lugar a la demanda de Italia, ya que este año la producción del país transalpino “apenas alcanza las 200.000 toneladas y con una pésima calidad, por lo que el insuficiente aceite bueno está a precios muchos más elevados que el resto de la oferta del mediterráneo, la cual es escasa también en países como Túnez y Grecia”. Por tanto, según Olavarría, esta demanda dependerá también del grado de cobertura de las industrias envasadoras italianas, de la evolución de las ventas en ese país y del comercio exterior de estas compañías, “que muestran ya descensos importantes”.
Asimismo, el director gerente de Oleoestepa ha señalado que la tensión en los precios en origen dependerá de la demanda de aceite en España, “la cual, de continuar la actual guerra de precios de las marcas de distribuidor, no sufrirá grandes descensos en ventas, sólo de aquellas marcas de fabricante que trasladen las subidas en origen a la botella”.
Por último, Olavarría ha explicado que otra razón que condicionará la evolución de los precios en origen serán las precipitaciones que se produzcan en primavera en España y, especialmente, en Andalucía. “Este es un mercado de expectativas muy sensible a lo que pueda acontecer a medio plazo y no será la primera vez que teniendo pocas existencias los precios bajan (otoño 2006), y teniendo altas existencias los precios suben (enero-octubre 2012)”, ha precisado.
Situación complicada e incierta
El responsable de la Dirección de Compras de Materia Prima de Deoleo, Luis Miguel Algar, ha subrayado que, aunque parece difícil que se alcance una producción de 1.300.000 toneladas, finalmente, la cantidad de aceite producida más el enlace de campaña aseguran disponibilidad de materia prima para el año. Según Algar, las salidas están siendo buenas, ya que los primeros meses de campaña se caracterizaron por compras elevadas y ahora se está retirando. Por otro lado, a su juicio, a este nivel de precios los consumos se acaban resintiendo, como ya está sucediendo, y las coberturas pasan a durar más tiempo. “Entiendo que en los precios actuales de mercado ya se ha descontado parte de la merma de producción, pues este nivel no es normal para la disponibilidad de aceite que hay en el mes en el que estamos. Además, los envasadores han aumentado considerablemente sus existencias lo que indica que tienen disponibilidad para cobertura de ventas”, ha señalado.
A su juicio, la situación es “complicada e incierta” y a corto y medio plazo no se prevé una caída sustancial en los precios en origen; “tan solo con una demanda (España e Italia) poco agresiva y una evolución climatológica favorable pueden dar cierta estabilidad a la línea actual, mientras que la situación contraria generará tensión”. A este nivel de precios, Algar cree que la oferta fluirá de una manera sosegada, siendo tranquila en unos operadores y más intensa en otros, pero “habrá disponibilidad, ya que son buenos precios para venta”.
Con vistas a la segunda parte del año, el responsable de la Dirección de Compras de Materia Prima de Deoleo ha manifestado que la situación del mercado se flexibilizará si la primavera evoluciona favorablemente y se va confirmado una buena campaña 2017/18, también en el mediterráneo (Italia, Grecia, Túnez…). “Si por el contrario todos estos datos se van disipando de una forma distinta, tendremos situaciones más tensas”, ha matizado.
Precios fuertes
Por su parte, el director de Compras de Aceite de Oliva de Sovena, Luis Ruiz Quero, ha asegurado que en el contexto actual de una campaña que difícilmente superará 1.300.000 toneladas es fácil pensar que los precios van a seguir fuertes, si bien ha considerado que la duda es cómo reaccionará el consumo cuando estos precios se reflejen en el consumidor final.
Además, Ruiz Quero ha apuntado que habrá que estar pendientes de la influencia que tendrán las lluvias y la evolución de los consumos, ya que “estos factores determinarán el devenir del mercado a medio y largo plazo”.
