Según el secretario general de Agricultura, “queremos que todos los Estados Miembros estén informados del estado de situación de este problema”.
En este sentido, Cabanas recordó que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), junto con la Secretaría de Estado de Comercio, las Comunidades Autónomas y el sector, lleva un tiempo trabajando para dar respuesta a esa información que han solicitado las autoridades norteamericanas. Incluso la propia ministra Isabel García Tejerina, le ha trasladado ya al comisario de Agricultura, Phil Hogan, y a varios ministros de Agricultura europeos la importancia de este tema.
En este sentido, Cabanas apuntó que también se ha enviado una carta conjunta de los comisarios de Comercio y de Agricultura al secretario de Estado de Comercio de Estados Unidos, trasladándole la preocupación europea por esta cuestión.
A su juicio, “no solamente nos jugamos las exportaciones de aceituna de mesa sino el modelo europeo”, ya que las ayudas desacopladas de la Política Agraria Común (PAC) están incluidas dentro la caja verde (subvenciones permitidas) del libre comercio. “Se trata de algo que ha sido claramente defendido por la Unión Europea y aceptado como parte de las reglas del juego”, aseveró.
Por su parte, el consejero de Agricultura andaluz, Rodrigo Sánchez Haro, hizo hincapié en que se trata de una acusación oportunista porque “aprovecha la coyuntura proteccionista del presidente Trump”, injustificada porque formula “alegaciones sin fundamento e injusta porque sólo se plantea contra la aceituna española y no contra la de otros países productores que también exportan a Estados Unidos”.
Además, según señaló Sánchez Haro, los operadores americanos del sector de la aceituna de mesa también reciben ayudas del Departamento de Agricultura americano “con las mismas características” que las subvenciones que concede la Unión Europea, y recalcó que las subvenciones concedidas a las empresas españolas “están amparadas por la legalidad internacional, europea y estatal”.