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Aumenta la actividad de la mosca del olivo en Andalucía

Aumenta la actividad de la mosca del olivo en Andalucía

lunes 06 de noviembre de 2017, 12:02h

La actividad de la mosca del olivo muestra unos niveles en aumento y de forma localizada, principalmente en parcelas puntuales de variedades de aceituna de mesa más susceptibles o en zonas de sierra, que presentan temperaturas más frescas, siendo su incidencia más destacable, según ha informado la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF).

En una información sobre la situación de la mosca del olivo a final de octubre, este Servicio destaca que dicho mes se ha caracterizado por ser caluroso y exento de lluvias, lo que está favoreciendo la actividad de la mosca del olivo, experimentando un notable aumento y con la presencia de los primeros estadios de la segunda generación.

Un factor que está frenando la incidencia de la plaga sobre el cultivo es la presencia tanto de frutos arrugados como de frutos enverados debido a la propia fenología del cultivo, viéndose acelerada por la escasez de humedad del terreno. Asimismo, las lluvias registradas a mediados del mes de octubre han remediado, en parte, este estado de agostamiento que venían padeciendo los frutos. Con estos factores medioambientales, el movimiento poblacional de adultos sobre el cultivo ha experimentado a lo largo de ese mes un notable aumento, favorecido por las suaves temperaturas y por la aparición de los adultos de la segunda generación de este agente.

En cuanto a su actividad sobre el cultivo, la RAIF destaca la mayor incidencia en Cádiz, Huelva y Jaén, con una picada total del 6,1%, del 3,4% y del 3%, respectivamente, encontrándose el resto de provincias por debajo del 2,5%. Por su parte, las zonas con mayor ataque son Sierra Norte (Sevilla) y La Alpujarra (Granada), donde se han registrado valores medios del 19,6% y del 18%, respectivamente.

En cuanto a los factores abióticos que influyen sobre esta plaga, este Servicio subraya que su desarrollo se interrumpe con temperaturas inferiores a los 6º C y superiores a los 35º C, siendo su rango óptimo de temperaturas 20-25º C. A su vez, una humedad relativa elevada favorece también la incidencia de la plaga.