Tras este encuentro, Sánchez Haro aseveró que el régimen de subvenciones de la UE al que se acogen los agricultores y empresas andaluzas y de toda Europa se ajustan a la legalidad y cuentan con el aval de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La “radicalidad proteccionista” de la Administración de Donald Trump, a su juicio, más allá del daño a la aceituna negra española, supone, en consecuencia, una “amenaza en toda regla” para el conjunto de las relaciones comerciales a escala mundial. “Ningún producto está a salvo”, apostilló.
El consejero, ante el peso de este argumento, espera que, en última instancia, “impere el sentido común” y se pueda revertir un escenario “complicado y más que preocupante”. Para ello, ha reiterado, “necesitamos y pedimos, porque tiene mucho que decir, toda la implicación de la Comisión Europea (CE)”. Ésta, ha continuado, “ha de volcarse y ejercer, al máximo nivel, toda la presión diplomática posible sobre Estados Unidos, desde ya hasta el 10 de julio”. Éste día se reunirá, como ha recordado, la Comisión de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés), un segundo órgano administrativo norteamericano que será el encargado de elevar a definitivas o de revocar estas tasas.
Rodrigo Sánchez ha sido tajante: “No damos el partido por perdido”. De hecho, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevarán a cabo una acción conjunta para exigir en Bruselas que se defienda a la aceituna negra del mismo modo que a otras producciones como la del acero
Para el consejero es una “barbaridad” que la Administración estadounidense, lejos de retroceder, haya elevado ahora hasta el 34,75% (un 60% más) los “injustificados” aranceles (un 14,75% antisubvención y un 20% antidumping) aplicados a la exportación de este producto, que “no persiguen otra cosa que dotar a determinadas empresas californianas de una ventaja competitiva para acceder a ese 30% del mercado norteamericano que ocupa el sector andaluz”.