De esta manera, según la empresa, se reduce la emisión de 2.500 toneladas de CO2 al año, lo que supone cerca del 100% de las emisiones actuales directas de la fábrica.
Asimismo, supondrá un ahorro de costes para los agricultores en la eliminación de la poda de olivar, dado que Heineken, en su planta de Jaén, requerirá de más de 5 millones de kilos de este material.
De este modo, la compañía da un paso más en el uso del olivar jiennense con fines medioambientales, como en el proyecto de I+D+i para mejorar la eficiencia en el uso de agua mediante el cultivo de cebada cervecera en campos de olivar de Jaén, cuya segunda cosecha se ha recogido este año con muy buenos resultados.
La fábrica de Jaén inicia su producción en 1921 y emplea a unas 120 prsonas. Con una producción de 100 millones de litros de cerveza en 2018, la fábrica ha mantenido sus indicadores de consumo de agua y energía pese a haber aumentado su capacidad de envasado con la nueva línea de latas puesta en marcha este año, con una inversión de 5,4 millones de euros.