Según ha informado este centro, los resultados revelan, por primera vez, el mecanismo de acumulación de sodio en el fruto del olivo y los efectos sobre los genes reguladores de la ruta biosintética de los ácidos grasos.
A su juicio, se trata de una información esencial para evaluar cómo utilizar agua salada de baja calidad para satisfacer las crecientes necesidades de agua de los ambientes mediterráneos expuestos a cambios drásticos causados por el clima.
Este instituto ha destacado que el cambio climático es un fenómeno generalizado e imparable que afecta cada vez más a la capacidad productiva de los sistemas agroforestales y a la calidad de sus productos.
El estudio ha sido publicado en la revista “Plant Physiology and Biochemistry” por el grupo de docentes e investigadores del Instituto de Ciencias de la Vida de la Scuola Superiore Sant'Anna, compuesto por Samuele Moretti, Alessandra Francini y Luca Sebastiani, en colaboración con Luisa Hernández y José M. Martínez-Rivas, investigadores del Instituto de la Grasa (CSIC) de Sevilla.