De esta manera, y en función de la evolución de las condiciones climatológicas en septiembre y octubre, la cosecha puede situarse entre 1.000.000 y 1.100.000 toneladas de aceituna para aceite en toda España, según ha precisado la organización agraria en un comunicado.
“Las parcelas más afectadas, sin duda, son las de secano”, han señalado desde UPA, pero también se están registrando “situaciones comprometidas” en zonas de regadío. “De manera excepcional, hay zonas con buenas producciones, que en ningún caso compensarán la bajada de rendimientos del resto”, ha añadido.
La organización también ha indicado que a nivel europeo las estimaciones para Italia y Grecia apuntan a incrementos de la producción superiores al 50% tras la “catastrófica” campaña 2018/19.
A pesar de estos aumentos, ha señalado que la propia Comisión Europea ya pronosticaba antes de verano una producción europea un 8% inferior a la temporada anterior, cifra que tendrá que ser revisada; mientras que en estos momentos, UPA estima una producción europea un 20% inferior a la pasada.
A su juicio, las perspectivas de producción fuera de la UE son bastante más positivas, con incrementos destacados en países como Túnez. Con toda esta información, prevé que la cosecha mundial se situará en torno a los 3 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 6% respecto a la campaña 2018/19.
Aceituna de mesa
En el caso de la aceituna de mesa, esta organización agraria en Andalucía ha informado de que si las lluvias otoñales no hacen acto de presencia en breve, la cosecha de aceituna de verdeo para la presente campaña 2019 se podría ver reducida a la mitad con respecto a la media de las últimas cuatro campañas.
Según ha explicado, el déficit hídrico acumulado durante el año agrícola unido a las altas temperaturas está poniendo al límite la arboleda y se empiezan a observar los primeros síntomas de agostado en fruto, principalmente en parcelas de secano, con mayor carga, y en riegos deficitarios.
Por variedades, desde UPA-Andalucía han indicado que la vecería ha afectado principalmente a las variedades de manzanilla y gordal, y ha sido casi nula en la variedad hojiblanca. Así, la variedad manzanilla podría ver reducida su producción hasta en un 45% respecto a la media de los últimos cuatro años, pudiendo llegar hasta el 60% en el caso de la variedad gordal.
