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Ralentización de la olivicultura internacional

Ralentización de la olivicultura internacional

miércoles 12 de febrero de 2020, 11:31h

2019 fue el primer ejercicio en 22 años en el cual descendió la superficie mundial de olivar, al pasar de 11,7 a 11,5 millones de hectáreas. La ralentización de la olivicultura internacional afectaba hasta ahora principalmente al olivar tradicional; no obstante, el olivar moderno también comienza a sufrir el "azote" de los bajos precios en origen del aceite de oliva.

Así lo destaca Juan Vilar Consultores Estratégicos, que atribuye este descenso de superficie olivarera al abandono del olivar tradicional, de secano y montaña, y por el destino de tierras cultivables a otros leñosos como el almendro, el nogal y el pistacho, o a cultivos tropicales y subtropicales, entre otros.

Tras realizar diversas expediciones a petición de diversos organismos internacionales, la consultora ha observado esta situación en distintos países. Así, en un análisis realizado de forma conjunta con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional constató el abandono de más de 11.000 hectáreas de olivar en la provincia de Catamarca debido, fundamentalmente, al alto coste de ciertos insumos como es el caso de la energía eléctrica necesaria para regar dichas explotaciones.

Asimismo, en Australia, con los precios actuales, la adquisición de agua resulta "insostenible" y por tanto deja de ser económicamente rentable el cultivo del olivar, según Juan Vilar Consultores Estratégicos.

En el caso de otros países como Israel, y en una reciente visita realizada conjuntamente con el Consejo Oleícola Israelí, constató que el input más valioso en el cultivo del olivo en intensivo o en seto es el agua, "un bien especialmente escaso en dicho país, lo que conlleva a que el coste de producción de un kilo de aceite de oliva bajo estas premisas supere los dos euros, por lo que deja de ser rentable con las actuales cotizaciones", explica.

Además, subraya que dichos efectos están transcendiendo a áreas de otros países como Brasil, Uruguay o México, deteniéndose la expansión del cultivo e incluso provocando su abandono. Esta situación “se produce de forma generalizada en lugares donde existen condiciones especiales (por exceso o defecto de precipitaciones) para este cultivo o son necesarios insumos cuyo coste o adquisición merma el valor añadido generado por la actividad económica”, concluye.

Foto: Explotación abandonada en Catamarca (Argentina) de olivar intensivo, variedad picual, con una superficie superior a 300 hectáreas. Juan vilar Consultores Estratégicos.