Así lo ha manifestado el Ejecutivo comunitario en una respuesta escrita a la eurodiputada socialista Clara Aguilera sobre si Bruselas está considerando autorizar una prórroga del almacenamiento privado para el aceite de oliva, antes de que se agrave más la crisis del sector.
La CE ha asegurado que es plenamente consciente de que el sector del aceite de oliva atraviesa una difícil situación, agravada aún más por la pandemia del COVID-19. Según ha destacado, hasta la fecha y en comparación con otros sectores, el consumo global de aceite de oliva se ha mantenido relativamente estable desde el inicio de la pandemia, y las exportaciones de aceites de oliva europeos a terceros países aumentaron un 10% en la primera mitad de la campaña de comercialización 2019/20 respecto al mismo período de la temporada anterior. “La situación, evidentemente, puede cambiar, y la Comisión seguirá atenta a la evolución del comercio”, ha añadido.
Por lo que se refiere al impacto sobre los precios, Bruselas cree que el anterior mecanismo de ayuda al almacenamiento contribuyó a estabilizarlos, a compensar las consecuencias de la crisis del COVID-19 y a mantener las perspectivas de un alto volumen de producción para la próxima cosecha.
No obstante, el Ejecutivo comunitario “seguirá atento a la evolución del mercado para estar en condiciones de actuar si resulta necesario”, ha concluido.
