www.mercacei.com
La producción nacional de aceituna de mesa será la segunda más baja de los últimos ocho años

La producción nacional de aceituna de mesa será la segunda más baja de los últimos ocho años

viernes 04 de septiembre de 2020, 11:23h

La organización agraria Asaja-Sevilla ha informado de que el segundo aforo de la Interprofesional de la Aceituna de Mesa (Interaceituna) certifica que la cosecha de aceituna de mesa de la presente campaña, si bien será superior a la pasada, no solo estará ligeramente por debajo de la media, sino que será la segunda más baja de las últimas ocho. Así, el aforo estima que la producción nacional de aceituna de mesa de la campaña 2020/21 será de 546.000 toneladas.

El informe de Interaceituna refleja que ya se empiezan a observar síntomas de agostamiento en parcelas de secano y problemas por la falta de agua en los riegos deficitarios e indica que la cosecha final estará enormemente condicionada por la evolución climática, según Asaja-Sevilla.

Los datos recopilados por la organización interprofesional tras las visitas de campo indican que se producirá un incremento en la producción de la variedad manzanilla que, tras la “pésima” cosecha de 2019, recupera sus producciones habituales y tendrá una cosecha superior a la media. Sin embargo, en el resto de variedades (gordal, hojiblanca, cacereña, carrasqueña y otras) la producción será inferior o muy inferior a la media.

Tal y como han puesto de manifiesto los técnicos de Asaja-Sevilla, la campaña llega con calibres un poco adelantados en su maduración en la provincia de Sevilla, donde el fruto empieza a mostrar algunos problemas de agostado debido a la falta de agua y a las altas temperaturas de los meses de julio y agosto, más evidentes aún en algunos secanos de tierras ligeras.

Estimación por variedades

Respecto a la aceituna manzanilla, el aforo destaca una alta y homogénea producción en las comarcas de Sevilla y Huelva excepto en la zona de influencia Arahal-Morón, donde la producción es más corta e irregular. La cosecha viene adelantada en las zonas más tempranas y en las parcelas más descargadas. Interaceituna estima que de esta variedad se recolectarán este año en España 211.000 toneladas.

La variedad gordal viene también adelantada. Los frutos presentan una buena calidad comercial, con poco pelotín y sólo un 10 o un 15% de azofairón. El aforo de Interaceituna prevé que la cosecha de gordal será inferior a la media y la fija en 34.000 toneladas.

En cuanto a la hojiblanca, la alta producción de la cosecha pasada y las anteriores han propiciado la vecería en los olivos, disminuyendo por ello la producción potencial. Los frutos vienen adelantados y con calibre, especialmente en las explotaciones jóvenes.

La tormenta del pasado 11 de agosto afectó a más de 3.000 hectáreas de esta variedad del término de Estepa y algunos municipios de la comarca, que no van a poder verdearse. Asaja-Sevilla estima que se han perdido en torno a 7.000 toneladas.

El informe de Interaceituna señala que se observan parcelas con inicio de agostado que podrían recuperarse si se adelantan las lluvias otoñales y apuntan a una cosecha de hojiblanca de 247.000 toneladas.

Respecto a las variedades de aceitunas extremeñas, la cacereña y la carrasqueña, la vecería negativa hace que caiga también la producción prevista para esta campaña, siendo más acusada la pérdida de producción respecto a la media de las cosechas 2010-2019 en la variedad cacereña. Ambas variedades registrarán la peor cosecha de la última década.


Campaña atípica

En opinión de Asaja-Sevilla, el sector afronta la campaña del verdeo con cierto optimismo, aunque también con incertidumbre, “puesto que nos encontramos ante una campaña con menor cosecha, stocks más bajos, precios firmes y apetencia de compra”.

Entre las razones que alientan a ser optimistas destaca que en los últimos meses el consumo de aceitunas se ha estabilizado en unas 48.000 toneladas mensuales. Esto significará que los stocks de enlace se situarán en torno a las 312.000 toneladas, los más bajos de los últimos cinco años. A esto se suma, según la organización, que a día de hoy hay ganas de comprar aceitunas y a precios similares o ligeramente superiores a los del año pasado.

No obstante, se trata de una campaña muy atípica, que estará marcada por el COVID-19 y por toda la batería de medidas para hacerle frente con carácter preventivo, lo que, a su juicio, puede ralentizar la recolección y “sin duda incrementará los costes de las explotaciones, que tendrán que elaborar un plan de contingencia específico, lo que deberán tener muy en cuenta los agricultores a la hora de fijar precio a sus producciones”.