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Sovena incorpora una metodología analítica para clasificar el aceite de oliva virgen

Sovena incorpora una metodología analítica para clasificar el aceite de oliva virgen

miércoles 02 de diciembre de 2020, 12:16h

Sovena y la Universidad de Córdoba (UCO) avanzan en la consolidación de un método "pionero" de clasificación de aceite de oliva. Basado en el aprovechamiento de la Espectrometría de Movilidad Iónica (IMS), este nuevo sistema -en el que trabajan desde 2011- es un método analítico complementario al actual Panel de Cata del que depende la clasificación del aceite de oliva, cuya incorporación, según ha informado la empresa, contribuye a "agilizar la obtención de resultados para determinar si un aceite es virgen extra, virgen o lampante, a incrementar el volumen de muestras analizadas y a minimizar los elementos subjetivos derivados de las catas".

La metodología, desarrollada por un grupo de investigación perteneciente al Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba, liderado por Lourdes Arce, ha sido testada con un porcentaje de acierto en la clasificación del 90%, lo que ha permitido a Sovena incorporar hace dos años este sistema a sus procesos de clasificación de aceites y aprovechar su eficiencia. De hecho, según la compañía, la metodología basada en el uso de la IMSaporta numerosas ventajas al proceso, pues tiene la capacidad de detectar compuestos volátiles a muy baja concentración; y permite analizar un gran número de muestras de forma simple, rápida, a bajo coste y sin tratamiento previo de la muestra.

Esta línea de trabajo está enmarcada también en el Grupo Operativo SENSOLIVE_OIL, promovido por la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, junto a empresas del sector. En este contexto, Sovena ha destacado que forma parte de este esfuerzo colectivo, promovido desde hace más de siete años por la Interprofesional, en la búsqueda de herramientas que ayuden al sector en sus procesos internos de autocontrol y la incorporación de métodos instrumentales que complementen al panel test.

En el caso de Sovena, su puesta en marcha ha supuesto una importante inversión, tanto en la adquisición de equipos como en la realización de actividades, que se suma a las aportaciones realizadas desde 2011 por la compañía a la Universidad de Córdoba a través de diferentes acuerdos de colaboración en el marco de esta investigación. Gracias a ello, la empresa ha asegurado que se ha convertido "en la primera empresa de su sector en implementar internamente esta metodología, lo que le ha permitido analizar más de 3.000 muestras en los últimos dos años, paralelamente al sistema de catas, y alcanzar un índice de acierto en la línea al realizado en los estudios de la UCO, de un 90%".

Para Luis Aparicio, director de Calidad de Grupo Sovena, “el trabajo realizado por el equipo de investigación de la Universidad de Córdoba tiene una relevancia muy profunda para nuestro sector, al haber sido capaz de aportar una herramienta pionera que complementará a los tradicionales paneles de cata. Esta nueva metodología analítica puede contribuir a reforzar la seguridad jurídica en el ámbito de la clasificación del aceite de oliva, que actualmente es muy costosa y lenta, y que además finalmente depende de un análisis sensorial de un panel de expertos, con las limitaciones que ello implica”. Por otra parte, esta herramienta tiene un enorme potencial de desarrollo, que posibilitará implementar otras aplicaciones para diferentes áreas operacionales.

Para Lourdes Arce, catedrática de Química Analítica de la Universidad de Córdoba que lidera este proyecto desde 2011, “cuando desde el sector y desde Sovena nos trasladaron la urgencia de categorizar el aceite mediante una forma complementaria al análisis sensorial, decidimos apostar por esta nueva metodología, que se basa en analizar la fracción aromática del aceite (los compuestos químicos volátiles) como si fuera la nariz de un catador humano mediante el empleo de la cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de movilidad iónica, que es una técnica que separa y detecta los iones en fase gaseosa. Prácticamente diez años después hemos sido capaces de desarrollar la metodología y propiciar su incorporación a los procesos internos de las empresas para ofrecer mayores garantías de calidad y una mayor seguridad en el etiquetado”.