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Arbequino Amontillado, el AOVE de Castillo de Canena afinado en barricas de vino de Jerez

Arbequino Amontillado, el AOVE de Castillo de Canena afinado en barricas de vino de Jerez

miércoles 21 de abril de 2021, 11:57h
Castillo de Canena ha presentado Arbequino Amontillado, un aceite de oliva virgen extra arbequino joven impregnado con los complejos aromas de un vino amontillado viejo, tras ser afinado en una barrica de vino de Jerez con más de medio siglo de antigüedad.

En este proyecto ha actuado como aseosra y madrina, Paz Ivison, periodista enológica, Premio Nacional de Gastronomía y jerezana de nacimiento, muy unida por vínculos de amistad a la familia Vañó.

"La creación de este producto es fruto de la inspiración. Decidimos intentar fijar los complejos y sublimes matices de un gran vino de jerez en el alma de nuestros arbequinos. Así, surge Arbequino Amontillado", ha explicado la directora de Marketing y Comunicación de Castillo de Canena, Rosa Vañó, quien ha destacado que "quisimos fusionar ambos mundos -aparentemente tan distantes- para trasfundir en el alma de nuestros aceites de oliva vírgenes extra arbequinos las notas vigorosas y definidas de los vinos generosos jerezanos".

Para elaborarlos, primero se eligió un vino singular, como es el amontillado, y unos AOVEs arbequinos "jóvenes y dúctiles", capaces de hacerse con otros aromas y fragancias.

"Haciendo frente a este fascinante reto, trabajamos junto a nuestros amigos de Bodegas Lustau. Ellos nos regalaron una barrica de roble americano de 250 litros de capacidad y con una vejez de más de medio siglo, que contenía un amontillado viejo que nunca antes se había embotellado para la firma jerezana", ha señalado Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena, quien ha concretado que "los expertos capataces jerezanos decidieron en su momento crear ese Soleraje Amontillado y dejarlo en estático para que fuese evolucionando con el paso del tiempo".

Una vez en la bodega de Castillo de Canena, se extrajo el vino amontillado viejo y se llenó la barrica con aceite de oliva virgen extra arbequino. Así, poco a poco y en unos días, el zumo de aceituna se fue impregnando de los complejos aromas del amontillado viejo, persistentes en las duelas del interior de la barrica.

Según ha precisado Francisco Vañó, "ha sido un trabajo complejo, ya que rea fundamental calibrar el tiempo del proceso de afinado del aceite arbequino, para evitar que la microoxigenación que aporta la madera -tan positiva para el vino- lo erranciara. Tras varias pruebas e intentos -algunos fallidos- logramos obtener la perfecta fusión de las notas sensoriales del amontillado en el interior de la naturaleza de nuestros AOVEs."

Después de vaciar la barrica del aceite arbequino ya afinado, se vuelve a llenar de nuevo con amontillado viejo de Bodegas Lustau, ya que la barrica jerezana no puede quedar nunca vacía.

Este AOVE, según ha detallado la empresa, es perfecto para maridar gran cantidad de platos y recetas, como pescados a la sal y al horno, aves y cerdo a la brasa o al horno, setas y boletus, y pasteles de carne, entre otros. Asimismo, se presenta en botellas de cristal negro de 250 ml., cuya etiqueta simboliza "la histórica hermandad entre la vid y olivo", ha resaltado la compañía.

Matices de cata

La cata del nuevo Arbequino Amontillado cuenta con una sorprendente nariz, muy evocadora y con recuerdos a frutos secos tostados, maderas nobles, fruta madura y setas; con un delicado matiz de Jerez.
En boca es amable y elegante en la entrada. Fluido y dulce al paladar, y complejo y con un gran abanico de diferentes matices: notas yodadas, de avellanas tostadas, entremezcladas con recuerdos de aguacate maduro. Al final, destacan claramente los recuerdos de madera de barrica, una sensación amontillada con matiz umami.