La consejera Carmen Crespo ha valorado que esta decisión va a "permitir atender una mayor cantidad de peticiones, puesto que la demanda ha sido muy alta y el fin de estas ayudas pasa por mejorar la eficiencia energética de los regadíos andaluces". Al mismo tiempo, ha subrayado que esta ampliación se realiza con carácter previo a la resolución de las mismas y "atendiendo a una demanda del sector".
Finalmente, Crespo se ha mostrado convencida de que "estas ayudas contribuyen a promover un uso más eficiente del agua y de la energía en esta actividad para, de esta forma, minimizar su posible impacto en el entorno".
El montante de estas subvenciones está cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y las administraciones central y autonómica. Entre las principales novedades se encuentra que se unifican las antiguas líneas de ayuda a la autoproducción y mejora de instalaciones, la posibilidad de acceder al pago anticipado de hasta el 50% de la subvención concedida o el aumento del importe máximo por beneficiario en concepto de ejecución de obras, que asciende hasta el millón de euros (500.000 euros anteriormente).
Además, se ha modulado el importe elegible en función de la reducción comprometida de consumo desde la red, mientras que antes se establecía en función de la superficie (máximo de 3.000 euros/Mwh). Estos incentivos están dirigidos a comunidades de regantes, juntas centrales y comunidades generales reconocidas como corporaciones de derecho público.
En Andalucía existen alrededor de 3,5 millones de hectáreas dedicadas a la producción agrícola, de las que algo más de 1,1 millones se corresponden con regadío (31% del total), uno de los más altos de España.
Concentración por riego en el olivar
Por otro lado, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Jaén y la Asociación Andaluza de Regante (ASARE) se concentraron el pasado viernes en Baeza para reclamar la revisión inmediata de las dotaciones aprobadas en la Comisión de Desembalse para el olivar, así como la ejecución y la puesta en marcha de infraestructuras hidráulicas previstas en los planes hidrológicos y la resolución administrativa de los expedientes concesionales pendientes.
El secretario general de UPA Jaén y presidente de ASARE, Cristóbal Cano, aseguró que “las decisiones de la última comisión perjudican al olivar tradicional, hiriéndolo de muerte para este año. No entendemos la reducción de un 40% que nos deja dotaciones irrisorias que difícilmente nos permitirán sacar la cosecha adelante. Es ilógica esa disminución tan grande si tenemos en cuenta que el recorte de agua desembalsada en toda la Cuenca ha sido de un 13%. Nuestra solicitud es que se revisen las dotaciones y se pasen de los 900 metros cúbicos aprobados a 1.200 como mínimo”.
Según Cano, "el regadío supone una garantía para nuestras producciones, puesto que da estabilidad en cuanto a la cantidad de kilos y elimina la vecería del olivo. Además, hay que tener en cuenta que el olivar tradicional de regadío es altamente eficiente, pues con cantidades mínimas de agua es capaz de generar cosechas aceptables en condiciones normales”.
