Escribir sobre el Día Mundial del Olivo debería ser fácil. Es una efeméride muy joven, ya que la Unesco la instauró en una fecha tan reciente como 2019. Sólo tres años de vida. La verdad es que esa cifra da que pensar. No deja de ser sorprendente que uno de los árboles fundamentales para entender el nacimiento de nuestra civilización y cargado de un enorme simbolismo, haya tenido que esperar hasta bien entrado el siglo XXI para recibir el magro homenaje que supone disponer de un día mundial propio.
Pero, si lo pensamos con detenimiento, no es tan extraño. Hace tiempo que la Unión Europea advirtió del preocupante fenómeno que lleva tiempo observándose en los hábitos de alimentación en los países mediterráneos como el nuestro. La Dieta Mediterránea está en franco retroceso, arrinconada por hábitos importados de otros lugares y que han encontrado en los más jóvenes terreno abonado. Algo hemos hecho mal, cuando precisamente son los jóvenes los que más se han alejado de este patrón dietético y, por ende, de los aceites de oliva.
Nuestra sociedad no se puede permitir el lujo de estar criando generaciones de obesos. Futuros adultos que desarrollarán las dolencias típicas de las sociedades avanzadas y que hunden sus raíces en una mala alimentación. Nosotros como sector, tampoco podemos darnos por vencidos y tenemos que apostar por la educación. Tenemos que llegar a las familias con hijos, el colectivo que menos aceites de oliva consume, según los preocupantes datos del Panel de Consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En 2019 consumieron 2,33 litros menos que la media.
Por esa razón, llevamos años trabajando en acciones promocionales que tratan de rejuvenecer el perfil de nuestros consumidores. Pero, si hay una acción de la que estamos particularmente orgullosos, es el acuerdo alcanzado con una de las primeras operadoras del sector de la restauración colectiva en colegios, Scolarest, de Compass Group. Un acuerdo que ha permitido que más de 120.000 escolares de cerca de 700 colegios de todo el país, disfruten de menús elaborados exclusivamente con Aceites de Oliva de España. Y ese es sólo el principio. Vamos a poner en marcha campañas de información dirigidas a las familias y a los niños, poniendo en valor la Dieta Mediterránea, con nuestros aceites como pilar fundamental de un estilo de vida y una alimentación saludable y sostenible. Convirtamos cada día del año, en el comedor, en el Día Mundial del Olivo.
