El objetivo de esta formación es sensibilizar a los ingenieros agrónomos y técnicos de almazara sobre las mejores prácticas a adoptar en la producción de aceite de oliva virgen extra. Desde la cosecha, el transporte, la molienda hasta el almacenamiento, en esta actividad se recorren los diferentes pasos del proceso de producción y brinda información sobre las prácticas a adoptar, por ejemplo, la configuración del equipo y las variables a controlar durante el proceso de producción y su impacto en la calidad final. La formación se complementa con sesiones de cata de aceite de oliva, ya que es clave que los participantes también puedan identificar los atributos positivos y negativos del aceite de oliva
Esta iniciativa forma parte de un proyecto que apoya al sector del aceite de oliva mediante el desarrollo de cadenas de valor sostenibles en el marco del Programa de Competitividad de Cadenas de Valor BERD-EU para mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas. Este programa se basa en la experiencia en el análisis de las limitaciones clave para el desarrollo del sector agroalimentario en la región SEMED, en particular en la cadena de valor del aceite de oliva (Marruecos, Túnez, Cisjordania y la Franja de Gaza).
Dentro de este proyecto, el Centro de Inversiones de la FAO, en cooperación con la representación de este organismo internacional en Jordania, preparó un estudio del sector para evaluar su desarrollo, oportunidades y limitaciones con vistas a su transformación, lo que se debatirá a principios del próximo mes de octubre con funcionarios del sector público y privado.
En cuanto a la asistencia técnica, ya se han realizado varios talleres para las pymes de aceite de oliva, incluida una formación virtual sobre estrategias diferenciales en los mercados internacionales y sobre las mejores prácticas de producción de aceite de oliva a lo largo de la cadena de valor. El proyecto también contribuyó a una evaluación de las prácticas agrícolas en explotaciones olivareras seleccionadas.
El representante de la FAO en Jordania, Nabil Assaf, explicó que “el olivo constituye el 20% del total de superficie cultivada con una superficie estimada de 570.000 dunums y el 72% del total de árboles frutales”. Según Assaf, el aceite de oliva es uno de los principales productos agroalimentarios en Jordania y un cultivo estratégico desde una perspectiva medioambiental y socioeconómica. Además, este país produce una media de 23.400 toneladas aceite al año, pero la mayor parte se vende a granel en el mercado interior.
El responsable del Departamento de Olivar del Ministerio de Agricultura jordano, Osama Kattan, resaltó que "el Gobierno de Jordania ha buscado apoyar al sector oleícola, debido a su creciente importancia en el mercado nacional”.
Asimismo, Zidan Al-Manaseer, gerente de Modern Jordanian Company for Food Industries, que organiza la formación, destacó la importancia de llevar a cabo esta actividad antes del comienzo de la campaña de aceite de oliva con el fin de mejorar la calidad del producto.
Según informó la FAO, con la demanda de aceite de oliva en aumento en todo el mundo, el sector del aceite de oliva de Jordania cuenta con un excelente potencial para crecer y acceder a nuevos mercados, incluidos los mercados de exportación. A su juicio, una industria más fuerte y competitiva crearía puestos de trabajo a lo largo de la cadena de suministro, especialmente para los jóvenes.
La FAO y el BERD se basarán en las experiencias adquiridas durante estas formaciones, incluido el apoyo para la promoción de una mejor calidad del aceite de oliva en Jordania, con el fin de fomentar el diálogo y la cooperación entre los sectores público y privado con vistas a lograr un sector oleícola más eficiente e inclusivo.
