Recientemente se presentaba en el marco de la feria Alimentaria el informe anual sobre la "Evolución de las Exportaciones Agroalimentarias de España", elaborado desde hace unos años con el apoyo de Cajamar. En un año caracterizado por las dificultades derivadas de las caídas de producciones por la sequía, así como la persistencia de la inflación, las exportaciones agroalimentarias consiguieron crecer en 2023 un 3,5% en valor, hasta los 69.608 millones de euros.
Este crecimiento contrasta con la caída de las ventas exteriores en volumen, que descendieron un 9%, con bajadas en todos los principales productos exportados -frutas y hortalizas (-6%), carne de cerdo (-8%) y aceite de oliva (-33%).
En el caso de las exportaciones de aceite de oliva, incluyendo también aceite de orujo, totalizaron 779.882 toneladas frente a 1.166.469 toneladas del año anterior, es decir, el 33% menos que señalábamos antes, según la base de datos Datacomex de la Secretaria de Estado de Comercio.
Sin embargo, y este es un dato relevante, se exportó por un valor de 4.478 millones de euros, un 1% más respecto a los 4.337 millones de euros de 2022, lo que implica, como veremos después, un incremento del precio medio de más del 50% en un sólo año.
En un análisis más largo en el tiempo, si observamos la evolución de las ventas exteriores de aceite de oliva de España, tanto en valor como en volumen desde 2010, vemos importantes oscilaciones entre unas campañas y otras. Esto es especialmente significativo en el caso del volumen que, por poner un ejemplo, pasó de 766.000 toneladas en 2013 a 1.229.000 t. en 2014, bajando de nuevo a las 845.000 t. en 2015.
Estas oscilaciones crean lógicamente importantes distorsiones en la oferta de aceite de oliva en los mercados internacionales, que se ven reflejadas de forma importante en el precio medio, donde observamos un alza continuada desde 2020 y especialmente en 2023, pasando de los 3,72 euros del año anterior hasta los 5,74 euros.
En los datos en valor se observa, en contraposición al periodo 2013-2015, un alza continuada en las cifras desde 2020 con un aumento acumulado del 50% en los últimos tres años lo que no deja de ser una buena noticia, ¿o no?.
Como bien indicó Pablo Fiter, director de Rafael Salgado Exportación, presente en la mesa de debate como representante del sector, “la falta de estabilidad en la oferta dificulta de forma importante las relaciones comerciales entre productores, envasadores y clientes finales dado que el aceite de oliva compite con otros aceites y las subidas de precios ocurridas en esta campaña, sin comparación con lo ocurrido en ninguna campaña anterior, han hecho muy difícil la exportación”.
Por otro lado, los datos de Eurostat recogidos en Datacomex indican que España es líder absoluto en la exportación de aceite de oliva de la Unión Europea, con más del 50% de las exportaciones del conjunto de países de la UE y más del doble de las ventas exteriores de Italia, nuestro competidor tradicional y hasta no hace tanto tiempo referente internacional del sector.
Datos por mercados
Analizando los mercados de exportación del aceite de oliva, los principales en 2023 fueron Italia, con 1.017 millones de euros y una caída del 14% respecto a 2022; seguido de EEUU, con 674 millones de euros y un crecimiento cero; Portugal, con 478 millones y +14%; y Francia, con 471 millones y +33%. Completan la lista de los diez principales mercados Reino Unido, con un crecimiento anual del 58%; Japón, con una caída del 2%; Alemania, con +14%; y México, Países Bajos y Brasil, todos ellos también con crecimientos del 46%, 42% y 6%, respectivamente.
En los datos a 10 años que nos permiten observar la tendencia mas allá de la situación coyuntural de escasez de oferta de esta campaña, constatamos que Alemania, México y EEUU son los países que mas crecen en términos relativos, con aumentos del 17% en el caso alemán y del 15% en el mexicano y estadounidense.
Por último, en una comparativa de las exportaciones españolas e italianas de aceite de oliva en valor a los distintos mercados, se observa que España domina en la actualidad ampliamente las exportaciones en la mayoría de los principales, exceptuando EEUU, donde las exportaciones están en niveles similares, así como Canadá, Alemania y otros mercados mas pequeños de Europa Central y del Norte como Austria o Suecia.
En el resto de mercados, desde Reino Unido hasta China pasando por Japón o Australia y, por supuesto, en Latinoamérica, el dominio de nuestras exportaciones es muy claro. Además, en la evolución a nivel global, el crecimiento de España esta siendo superior al de Italia en todos los mercados, por lo que la tendencia a futuro es prometedora confirmándose el hecho de que, en los últimos años, y frente a la creencia todavía bastante extendida, nuestro país ha pasado a dominar claramente la exportación de aceite de oliva a nivel mundial.
Por lo tanto, y pese a la incertidumbre que provocan las oscilaciones en la producción, el futuro para la exportación de España parece, según los datos, halagüeño. Esperemos también que la tendencia de crecimiento de las ventas exteriores en valor de los últimos años se consolide pese al incremento de precios y la importancia de este producto emblemático dentro de la exportación agroalimentaria española se mantenga.
