El análisis, que se ha realizado tras recoger muestras en un total de 15 parcelas que suman 440 hectáreas pertenecientes a la Olivarera Sor Ángela de la Cruz SCA (Estepa), ha evaluado tanto el carbono almacenado en las estructuras permanentes de los olivos como en el suelo, en forma de carbono orgánico.
Los resultados revelan que, anualmente, en el caso de los árboles, el secuestro oscila entre 0,6 y 2,6 toneladas de CO₂ por hectárea al año, lo que representa un total de 604 toneladas en la superficie estudiada. Por su parte, en seis de las 15 fincas se ha registrado un secuestro adicional de entre 0,36 y 2,1 toneladas por hectárea en el suelo.
No obstante, en nueve de las fincas se detectó una pérdida de carbono en el suelo, atribuida principalmente a la escasa presencia de cubiertas vegetales y a la falta de aplicación de enmiendas orgánicas. A pesar de ello, el carbono acumulado en los árboles compensa en la mayoría de los casos esta pérdida. Sólo en cuatro fincas se ha registrado una emisión neta de CO₂, lo que confirma la importancia de aplicar prácticas agronómicas sostenibles.
En total, las 15 fincas incluidas en el estudio del proyecto C-OLIVAR alcanzan un secuestro neto de 412 toneladas de CO₂ al año. Una cifra que pone de manifiesto, según sus impulsores, el papel clave del olivar como sumidero de carbono y su potencial como aliado frente al cambio climático, situando a este cultivo tradicional en el centro de las estrategias de sostenibilidad del sector agroalimentario.

El secretario general de la Denominación de Origen Protegida Estepa, Moisés Caballero, ha felicitado al equipo técnico y a todas las personas e instituciones implicadas en el proyecto C-Olivar, destacando el esfuerzo y compromiso que han hecho posible este importante avance. "Desde la DOP Estepa seguimos trabajando con firmeza para obtener datos rigurosos que pongan en valor el papel esencial que desempeña nuestro olivar como sumidero de carbono y su capacidad para mitigar los efectos del cambio climático. Esta investigación es una muestra más del potencial medioambiental del olivar y nos anima a seguir apostando por un modelo agrícola sostenible y comprometido con el futuro del planeta".
Los miembros beneficiarios que componen este Grupo Operativo son el CSIC (que integra al Instituto de Agricultura Sostenible -IAS- y a la Estación Biológica de Doñana -EBD-); la Universidad de Jaén; el Consejo Regulador de la DOP Estepa; Asaja-Sevilla; y la empresa Evenor-Tech. Otros miembros colaboradores del proyecto son el IFAPA (Centro Camino del Purchil), Syngenta, la Universidad de Córdoba y Asaja-Andalucía.
Entre los resultados previstos del proyecto se encuentran la elaboración de una guía metodología para el cálculo de los créditos de carbono en el olivar; la creación de una herramienta digital a disposición de técnicos y agricultores para orientar la toma de decisiones; la puesta en marcha de materiales de divulgación dirigidos a fomentar la implementación de prácticas de manejo que deriven en un incremento en la cantidad de carbono orgánico; y el desarrollo de un mercado voluntario de créditos de carbono.