El delegado territorial de Turismo, Andalucía Exterior, Cultura y Deporte, José Ayala; la vicerrectora de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la Universidad de Jaén, María Victoria López; la directora del proyecto, María Oliva Rodríguez; la investigadora Eva Montes; y el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Juan Pedro Bellón, han sido los encargados de inaugurar esta muestra que, además, forma parte de las actividades organizadas en el marco de la III Bienal de Arqueología, que se ha celebrado durante los días 8 y 9 de mayo.
“Son muchas las muestras obtenidas en los numerosos yacimientos ibéricos y romanos de nuestra provincia, como en el Oppidum de Puente Tablas o en la ciudad íbero romana de Cástulo, y este espacio museístico es el mejor lugar en el que mostrarlos, cumpliendo con nuestro compromiso de puesta en valor de nuestro legado histórico”, ha destacado el delegado territorial de Turismo, Andalucía Exterior, Cultura y Deporte.
Este proyecto ve la luz tras el desarrollo de análisis morfométricos, inteligencia artificial y técnicas de ADN antiguo para identificar las fases de domesticación del olivo y su expansión vinculada a las prácticas agrícolas de sociedades pasadas.
En este sentido, la obtención de ADN antiguo en más del 50% de las muestras analizadas ha permitido ver que hasta el mundo romano no aparecen los primeros ejemplares cultivados.
Igualmente, la utilización de Inteligencia Artificial ha permitido agrupar los 993 huesos de aceituna de la colección arqueológica, procedentes de 36 yacimientos, entre las 15 variedades de actuales de la colección de referencia, agrupándose la mayoría de ellos entre las variedades más pequeñas, principalmente, lechín de Granada, acebuche de Jaén y arbequina.
“Este enfoque multidisciplinar ha permitido comprender cómo se transformó el cultivo desde formas silvestres hasta variedades domesticadas, así como su relación con los intercambios culturales en el Mediterráneo. El proyecto también contribuye al conocimiento sobre sostenibilidad agrícola y conservación de variedades tradicionales”, ha señalado la investigadora María Oliva Rodríguez, responsable del proyecto.