La propuesta de SAT Santa Teresa y Lactalis de unir el AOVE sevillano y el queso vallisoletano, según la organización del concurso, “promueve el consumo de queso y aceite de oliva de forma conjunta”. Y esto fue determinante para hacerse con el galardón, cuyo accésit fue otorgado a las Perlas de Aceite de Oliva Virgen Extra de La Chinata, un complemento alimenticio.
Según Jessica Cremades, se trata del “reconocimiento a un proceso de elaboración artesanal, donde la tradición y el saber hacer de los maestros queseros es la clave de un queso inalterable en el tiempo”.
El uso de “aceite de oliva de calidad” en su procedimiento de producción es, además, “una de las claves del sabor característico y único de Flor de Esgueva”, apunta Cremades.
Para elaborar el queso artesanal de Flor de Esgueva, cada pieza es cepillada, aceitada y volteada manualmente. En el proceso se aseguran de que el queso evoluciona correctamente, durante un mínimo de siete meses, para cumplir con los estándares organolépticos del producto.
Para la brand manager de esta firma quesera las cualidades organolépticas de su maridaje con el AOVE 1881 incluyen “un aroma intenso y penetrante; un sabor en boca con notas picantes y frutos secos, con un ligero toque ácido al final; y un retrogusto perdurable y agradable. ¡La combinación perfecta!”.