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Aceite de oliva y microbiota intestinal, un incipiente campo científico por explorar

Aceite de oliva y microbiota intestinal, un incipiente campo científico por explorar

martes 11 de septiembre de 2018, 13:18h

La Dieta Mediterránea, con el aceite de oliva como principal fuente de grasa, se ha demostrado idónea para la salud del corazón, el cerebro, los huesos... Pero, dado el creciente interés popular por el microbioma humano y su papel en la salud, diversas organizaciones e investigadores están tratando de determinar cómo influye el aceite de oliva en la microbiota intestinal, a la vez que cuestionan si podría ser el punto de partida de donde provienen muchos de los beneficios saludables del patrón alimentario mediterráneo.

Aunque ya existen algunas investigaciones pioneras que han estudiado la relación existente entre el aceite de oliva y la microbiota -que sugieren efectos beneficiosos respecto al desarrollo de obesidad e hipertensión-, hasta hace poco no se reparaba en que el aceite de oliva pudiera tener un efecto distinto al de otras grasas sobre la microbiota intestinal, que es el conjunto de microorganismos que residen en el intestino.

Juan Antonio Nieto Fuentes, profesor del Máster Universitario en Nutrición y Salud de Universidad Internacional de Valencia, explica que en la última década las investigaciones que sugieren una relación entre el perfil existente de las poblaciones de microorganismos intestinales con el estado fisiológico del individuo han incrementado. “De este modo -señala-, actualmente estamos estudiando la relación existente entre la microbiota y la salud para comprender mejor dicha interacción”.

Y, en este sentido, Nieto asegura haber observado que el exceso de grasas saturadas modifica el perfil de la microbiota hacia un perfil designado como no saludable, ya que se asemeja a aquel que se encuentra en los individuos adultos obesos. Por el contrario, advirtieron que el consumo de aceite de oliva virgen extra tiene un potencial efecto de modular la microbiota hacia un perfil de bacterias similar al que se encuentra en los adultos sanos. “Este efecto ha sido asociado en diversos estudios a la capacidad de los compuestos fenólicos de incrementar aquellas poblaciones de bacterias que se asocian con un estado fisiológico saludable y una inhibición de las bacterias asociadas con estados patológicos”, explica el profesor.

Por su parte, desde el Olive Wellness Institute también apuntan que con el nuevo movimiento a favor de la alimentación sana que adueña las redes sociales y que anima a las personas a consumir una dieta más equilibrada, también ha habido un aumento en la demanda de investigación sobre los beneficios reales de las dietas consideradas más sanas. Y, según la entidad, muchos estudios están descubriendo que lo que ingerimos tiene un gran impacto en los tipos de bacterias que viven en nuestro microbioma.

Asimismo, la entidad menciona varios estudios que han demostrado que las personas que siguen más a rajatabla la Dieta Mediterránea albergan bacterias diferentes y más beneficiosas en su microbiota intestinal, en comparación con las personas que llevan una dieta poco saludable. Y, en general, -concluye-“una microbiota saludable es sinónimo de un humano saludable”.
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