La menor disposición de tierra propicia para el cultivo, los altos costes de producción de olivares tradicionales y la falta de acceso al agua para paliar las épocas de sequía prolongada, unido a la baja cotización en origen del aceite de oliva, son algunos factores que dificultan la expansión de la olivicultura internacional, según un análisis del consultor estratégico, analista oleícola internacional y profesor de la Universidad de Jaén (UJA) Juan Vilar.