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Casi el 5% del olivar español se encuentra en proceso de abandono, según un análisis

Casi el 5% del olivar español se encuentra en proceso de abandono, según un análisis

miércoles 04 de septiembre de 2019, 11:47h

Un trabajo de descripción y diagnosis realizado por parte de Juan Vilar Consultores Estratégicos, a petición de un grupo multinacional que desempeña su labor en el sector, señala que cerca de 130.000 hectáreas de olivar se encuentran en proceso de abandono, lo que supone el 5% del olivar español.

Las Comunidades con mayor nivel de abandono absoluto son Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Extremadura, con casi un 88% del total, principalmente extensivo, de secano y de sierra, un efecto que, según este trabajo, afectará igualmente a otros países productores.

En la actualidad, España cuenta con un total de 2.649.388 hectáreas de olivar, de las que el 8,5% se destinan a la elaboración de aceituna de aderezo, mientras que el 91,5% se cultiva para la producción de aceite. Además, de esta superficie el olivar de secano supone el 65,%, mientras que el de regadío se sitúa en el 34,5%.

Según este análisis, por Comunidades Autónomas, Andalucía ostenta el 63,25% de la superficie, seguida de Castilla-La Mancha, con el 15,03%; Extremadura (cerca del 10%); y Cataluña (casi el 4%), repartiéndose la superficie restante (del orden de un 7%) entre el resto de regiones.

Asimismo, casi 835.000 hectáreas tienen una densidad superior a 140 olivos, es decir, se trata de olivar moderno o con cierto rango de intensificación, mientras que el resto, algo más de 1,8 millones de hectáreas, no alcanza dicho nivel de densidad.

Respecto al tamaño de las explotaciones, las más numerosas son las que se encuentran entre las 2 y las 5 hectáreas de superficie, superando el 50% en número, pero no ocupan más del 16% de la superficie global destinada a cultivo del olivo.

El trabajo destaca también que en un entorno en el cual el precio del aceite de oliva en origen no cubre los costes derivados de la explotación, se produce una relajación en el destino de recursos de la explotación de olivar, que en casos concretos puede llevar a su abandono, momentáneo o definitivo. El siguiente efecto es un descenso en el crecimiento, e incluso se podría dar el fenómeno del decrecimiento, de la superficie destinada al cultivo del olivo, orientándose hacia otros cultivos leñosos (almendro, frutos rojos, nogal, pistacho, etc.).

“Esta situación de precios, unida a las políticas actuales de promoción del mercado interno, se traducirán en un efecto positivo sobre el consumo doméstico e internacional, lo que ayudará a la búsqueda del equilibrio natural y gradual del mercado”, añade.