Así se lo trasladó el presidente de la asociación, Toshiya Tada, al director ejecutivo de este organismo, Abdellatif Ghedira, durante una visita realizada recientemente a la sede del COI en Madrid.
Para Guedira, esta iniciativa formaría parte de una colaboración más amplia que el COI inició hace varios años con el Parlamento y las autoridades japonesas para que este país adopte las normas internacionales del organismo.
“Se trata de avanzar en paralelo para fortalecer el conocimiento de los consumidores japoneses sobre las cualidades del aceite de oliva y sus virtudes, a través del diálogo con las autoridades gubernamentales japonesas y con asociaciones que fomenten el consumo”, señaló el director ejecutivo del COI.
El aceite de oliva, pese a ser todavía considerado en Japón como un ingrediente “especial” utilizado en la preparación de platos de cocina mediterránea, está ampliando su presencia en los hábitos de consumo de los japoneses y, sobre todo, entre las nuevas generaciones, según un estudio de ICEX.
Se trata de un producto aún nuevo para los japoneses, que se consume principalmente en el área metropolitana donde se adquiere principalmente aceite de oliva virgen y de marcas extranjeras, mientras que en ciudades más pequeñas se opta por marcas japonesas que lo comercializan bajo el nombre genérico de “aceite de oliva”.
Casi la mitad de los japoneses suelen consumir aceite de oliva tanto en sus hogares como cuando comen fuera. Y es que el consumo en los hogares es muy importante y por ello las cifras de importaciones japonesas de este producto están aumentando.
Según los datos recogidos en este informe, Japón es el tercer país no europeo y no productor que más importa aceite de oliva del mundo (59.562 toneladas en 2018), equivalentes al 2,8% de las importaciones mundiales de este producto.
