La entidad ha destacado en un comunicado que lleva años promocionando la cultura del aceite de oliva virgen extra y defendiendo su excelencia en un proceso de sensibilización que involucra tanto a los operadores de la cadena, como a los distribuidores, sin descuidar a la restauración y los consumidores.
El compromiso asumido por CEQ en este proceso siempre ha tenido la ambición de mejorar la calidad de los vírgenes extra comercializados mediante la difusión de aquellas buenas prácticas de conservación destinadas a mantener la más alta calidad hasta la mesa del consumidor.
A su juicio, la introducción de valores más estrictos a través de la marca de garantía CEQITALIA se debe a que desde el momento en que el AOVE se comercializa hasta que se compra y se consume pueden transcurrir muchos meses en los que el producto se expone a cambios de luz, oxígeno y temperatura que aceleran notablemente el deterioro de su calidad.
Organismos de control y laboratorios certificados son los encargados de verificar el cumplimiento de los parámetros identificados tanto en la fase de envasado como en los puntos de venta. Un doble control que, según la entidad, tiene la función de seleccionar los mejores aceites de oliva vírgenes extra italianos, ofreciendo al consumidor una herramienta adicional para que el acto de compra sea más consciente y el consumo más satisfactorio.
