Finca La Pontezuela se encuentra en un entorno natural enmarcado entre los Montes de Toledo y el Parque Nacional de Cabañeros. Con una diversidad de flora y fauna propia del sistema central y del clima mediterráneo, es habitual encontrarte con corzos, zorros y jabalíes, entre otros animales, al ser un espacio abierto donde la madre tierra crece en libertad.
El olivar es el protagonista e imprime un carácter disruptivo y sin embargo estético con sus líneas rectas, mientras que las encinas, diseminadas, son las que aquietan el paisaje en las amplias dehesas jareñas.
El Centro de Interpretación es el recién llegado a este enclave y ha impreso un carácter muy especial a La Pontezuela. Así, “ha sido la instalación que pone de relieve el verdadero propósito de la finca y de todo el equipo humano que forma parte de la misma. Tiene alma y personalidad propia, y pone de relieve el buen hacer de sus profesionales y el respeto por el entorno que nos rodea”, destacan a Mercacei desde la firma.
Con la creación de este centro, Finca La Pontezuela quiere dar un impulso al conocimiento “de un tesoro que tenemos como es el virgen extra, así como de la riqueza de las diferentes variedades”. La divulgación del conocimiento del sector oleícola es el primer objetivo, mientras que estar a la altura en materia de comercialización y de apreciación del producto como en el caso del vino es, a su juicio, la gran asignatura pendiente.
Otro de sus principales objetivos es divulgar el conocimiento entre los más jóvenes y ser referente en el sector “por hacer las cosas de una manera diferente, donde la calidad y la excelencia en todos los procesos sirvan como ejemplo”, señalan desde la firma.
Así, el Centro de Interpretación persigue formar al consumidor en el conocimiento de las cualidades nutricionales del AOVE, que conozca en qué consiste el proceso productivo, y que aprenda a catar aceite de oliva virgen extra. En definitiva, según precisan, formar al consumidor en buenas prácticas alimentarias y en la importancia del consumo de cercanía y de productos de km 0.
Además, pretende generar un espacio dinamizador del sector olivarero de Castilla-La Mancha, donde se realicen jornadas formativas y de intercambio de experiencias para los productores.
Y, por supuesto, “hemos querido que el CIO sea un centro de formación para los más pequeños y los jóvenes, acercándoles al entorno natural que les rodea, así como a la cultura, las tradiciones y el saber hacer de los olivareros de la comarca”, remarcan desde la empresa. Para ello, están programadas jornadas de educación ambiental y de la cultura del olivar para colegios e institutos.
En cuanto a las actividades que se organizarán desde el centro figuran visitas, en grupo o privadas, al olivar, a la almazara y al CIO, lo que incluye una experiencia multisensorial e interactiva, gracias a recursos audiovisuales de última generación; así como catas de AOVE, jornadas de educación ambiental, para colegios e institutos, y formativas, para olivareros; reuniones de empresa y convenciones. También se llevarán a cabo actividades de motor, como rutas con buggies, quads o 4 x 4; y al aire libre, entre ellas tiro con arco, paint ball, orientación o senderismo.
Finca La Pontezuela precisa que las visitas deben ser reservadas y el número de visitantes por grupo está limitado al 50% del aforo, con el fin de garantizar todas las condiciones de seguridad ante el COVID-19.
