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Life Resilience comparte herramientas sostenibles para el control de plagas en las zonas de cultivo

Life Resilience comparte herramientas sostenibles para el control de plagas en las zonas de cultivo

lunes 10 de mayo de 2021, 14:00h

Life Resilience -proyecto cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea, cuyo principal objetivo es la prevención de la Xylella fastidiosa en explotaciones de alta densidad tanto de olivar como de almendro- celebró el pasado 6 de mayo una jornada on line bajo el título "Biodiversidad y control de plagas con cajas nido y hoteles de insectos", en la que varios expertos analizaron la apuesta por la instalación de estas herramientas sostenibles en las zonas de cultivo para fomentar el equilibrio biológico en el ecosistema y controlar las plagas de forma natural.

Carlos Ruiz, técnico del proyecto LIFE Olivares Vivos (SEO/BirdLife), fue el encargado de exponer el uso de cajas nido para recuperar la biodiversidad en el olivar y transformarla en rentabilidad. Durante su presentación, comentó que “las aves necesitan sus hábitats y los necesitan bien conservados. Las cajas nido deben contemplarse como una herramienta complementaria, teniendo en cuenta que no todas las aves son susceptibles de utilizar nidales artificiales. Además, una estrategia de recuperación de biodiversidad debe tener otras acciones, como mantener y recuperar cubiertas herbáceas y restaurar o crear elementos del paisaje”.

Posteriormente, Antonio Rubio, ambientólogo de La Granja de Bitxos, se refirió a los hoteles de insectos como “la imitación de las galerías que utilizan los insectos en el medio natural. Hay cierto tipo de abejas y avispas solitarias que aprovechan y adaptan agujeros en la madera, galerías ya escavadas previamente por otros insectos, para utilizarlas como lugar para criar”.

Para finalizar, Teresa Carrillo, directora del proyecto Life Resilience, expuso algunos ejemplos prácticos que se han llevado a cabo en las fincas demostrativas del proyecto para frenar y controlar la bacteria Xylella fastidiosa, al tiempo que respeta la biodiversidad y conserva el medio ambiente. “Estas prácticas deben aumentar la biodiversidad y reducir el consumo de agua, la huella de carbono y la incidencia de plagas y enfermedades sin comprometer el rendimiento de la explotación”, precisó.