www.mercacei.com
El decisivo papel de los millennials en la difusión de la cultura oleícola

El decisivo papel de los millennials en la difusión de la cultura oleícola

miércoles 15 de diciembre de 2021, 13:30h

Hoy destacamos en Mercacei el artículo elaborado por Manuel Parras, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Jaén (UJA), sobre el papel de los millennials en el aumento de la demanda de los aceites de oliva, con motivo del lanzamiento de la segunda edición de la publicación Mercacei Especial Día Mundial del Olivo.

El sobresaliente incremento de la demanda de aceites de oliva en el mundo en las últimas tres décadas es, sin duda, el acontecimiento más relevante de la evolución del mercado de los aceites de oliva. Conviene recordar que el consumo mundial de aceites de oliva era de 1,5 millones de toneladas a comienzos de la década de los años 90 del pasado siglo y hoy es de algo más de 3 millones de toneladas.

El primer reto del sector oleícola es aumentar la demanda mundial de aceites de oliva, no solo para garantizar la rentabilidad de las explotaciones olivareras, sino para alimentar mejor a la población. Pero para alcanzar este objetivo, conviene conocer las causas del estancamiento o escaso incremento de la demanda en los últimos años, un comportamiento debido al descenso o no aumento, en el mejor de los casos, de la demanda de los países productores, como España, Italia y Grecia. Curiosamente el mismo fenómeno, el envejecimiento de la población, explica el incremento del consumo de aceites de oliva en países como EEUU, Brasil, Japón, Canadá, Alemania, Reino Unido, etc. y su estancamiento y descenso en España, Italia y Grecia. En efecto, a medida que cumplimos años, los consumidores de estos últimos países consumimos menos grasas, comemos más platos elaborados a la plancha, etc. y, por lo tanto, disminuimos nuestra ingesta de aceites de oliva. Sin embargo, en los primeros países, a medida que la gente cumple años y se informa de los efectos positivos para la salud de los aceites de oliva, cambia sus grasas, de aceites de semillas a aceites de oliva, aumentando el consumo de estos últimos. Por lo tanto, recuperar el consumo en los principales países productores es el principal reto, con independencia de que sigamos haciendo campañas en otros países.

En este contexto, los jóvenes, los millennials, el canal Horeca y la restauración colectiva son claves en este proceso de aumento de la demanda. Lo de la restauración colectiva es paradójico porque mientras que las administraciones públicas invierten dinero en promocionar los aceites de oliva no obligan a que en sus comedores públicos -colegios, hospitales, ejército, guarderías, etc.- se consuman aceites de oliva. Y si lo hicieran, esta sería la mejor promoción que podrían hacer. Imaginémonos cuántos embajadores de la cultura oleícola tendríamos si los niños se alimentan con aceites de oliva desde que pisan, por primera vez, una guardería o un colegio. No les privemos de ese privilegio, además de cuidar de su salud.

Pero creo que los millennials son el segmento de mercado clave y para ello hay que explorar las razones por las que no consumen aceites de oliva en España y vincular su consumo al deporte, a una vida sana, al bienestar corporal y a “modernidad”. En este sentido, en un estudio realizado a finales de 2018 por Kantar WorldPanel para la Junta de Andalucía, con el objetivo de conocer la percepción, opinión e imagen de los aceites de oliva, se señala que entre los consumidores insatisfechos destacan los menores de 35 años, y lo que menos les gusta es el envase de plástico, el precio del producto y el etiquetado, que es poco claro. Así, con independencia de un estudio ad hoc centrado en este colectivo, ya tenemos tres frenos sobre los que poder actuar para convertir a los millennials en embajadores de la cultura oleícola.