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Un estudio sobre la evolución del genoma del olivo se alza con el Premio Internacional Castillo de Canena de Investigación Oleícola 'Luis Vañó'

Un estudio sobre la evolución del genoma del olivo se alza con el Premio Internacional Castillo de Canena de Investigación Oleícola "Luis Vañó"

viernes 27 de mayo de 2022, 12:58h

Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) y de la Universidad de Milán han recibido el VI Premio Internacional Castillo de Canena de Investigación Oleícola "Luis Vañó" por un estudio sobre la evolución del genoma del olivo. Este galardón, que convoca la empresa oleícola jiennense con el apoyo de la UJA y la Universidad de California en Davis (UC Davis) de Estados Unidos, se entregó ayer en un acto celebrado en el Castillo de Canena, en Jaén.

El rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega, agradeció a Castillo de Canena su apuesta por estos premios “con los que se reconoce el esfuerzo de los investigadores a nivel internacional” y recalcó el compromiso y apoyo de la UJA por los mismos.

El acto contó también con la asistencia, entre otros, del presidente de la compañía Castillo de Canena, Luis Vañó, encargado de entregar el premio junto con Fernando Miranda, secretario general de Agricultura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), así como con el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, Vicente Pérez, y representantes de la UC Davis.

El trabajo premiado lleva por título "La activación de transposones es un factor principal en la evolución del genoma de los olivos cultivados -Olea europaea L.-" ("Transposon Activation is a Major Driver in the Genome Evolution of Cultivated Olive Trees -Olea europaea L.-") y tiene como responsables a Francisco Luque Vázquez, catedrático de Genética de la UJA y director del estudio; Jaime Jiménez Ruiz, postdoctoral de la UJA; Jorge Antolín Ramírez Tejero, investigador en Genética, y Aureliano Bombarely, profesor asociado del Departamento de Biociencia de la Universidad de Milán (Italia).

En concreto, el estudio versa sobre la activación de transposones -secuencias de ADN que puede moverse de manera autosuficiente a diferentes partes del genoma de una célula- como factor principal en la evolución del genoma del olivo. “Este trabajo ha consistido fundamentalmente en la secuenciación del genoma del olivo, concretamente de la variedad picual, además de 40 cultivares más y diez genotipos silvestres. Todo esto nos ha dado una idea, no solo del conjunto de genes que componen el cultivo del olivar, sino también de la variabilidad genética, lo que nos da pistas sobre la domesticación u origen de los olivos que se cultivan en Andalucía”, ha detallado Francisco Luque, director del estudio.

En este sentido, en este trabajo se pone de relieve que se ha encontrado una gran variabilidad genética en el olivo cultivado, como consecuencia de una importante activación de los TEs -elementos transponibles- durante el proceso de domesticación (propagación de los genotipos mejor cultivados). Adicionalmente, se han analizados muestras de ADN antiguo obtenidas de huesos de aceituna carbonizados, procedentes de cuatro excavaciones arqueológicas que se remontan a la época del Imperio Romano. El estudio de este ADN ha revelado que en ese período, los cultivares de olivo presentes en Andalucía probablemente procedían de la ruta norte del Mediterráneo, traídos por los romanos, debido a su parecido genético con los olivos de la zona de Italia y Grecia, y especialmente del levante español. Sin embargo, en la actualidad en Andalucía, la mayoría de cultivares están emparentados con olivos de la zona de Siria y, probablemente, proceden de la ruta sur del Mediterráneo y fueron traídos por los Árabes.

Un Premio centrado en el desarrollo sostenible y la investigación

El premio está concebido para fomentar y estimular el conocimiento científico y tecnológico sobre el olivar y los aceites de oliva. Simultáneamente, rinde homenaje a la figura de Luis Vañó, presidente de Castillo de Canena, jiennense de nacimiento y por convicción, quien apostó desde el inicio de la década de los años 80 por la innovación y las mejoras continuas en el sector. Un adelantado a su tiempo, muy receptivo a todos los avances del conocimiento científico como herramienta profesional útil para fortalecer y hacer más competitivas sus empresas.

“Una empresa que no esté comprometida con la investigación, la innovación, la preservación del medio ambiente, y no se preocupe por su huella social y por el progreso de la colectividad en la que está radicada, es sencillamente una empresa no sostenible, condenada a perecer”, explica Vañó.

A lo largo de los doce años de historia del Premio, se han galardonado distintos trabajos relativos al Aceite de Oliva y salud, medio ambiente, efectos del cambio climático en el cultivo del olivo, sistemas de lucha biológica contra plagas como la mosca del olivo, etc.