Tras la recepción de los participantes y la inauguración oficial por parte de Pedro Bruno, diputado provincial de Agricultura, Ganadería, Medio Ambiente y Cambio Climático de la Diputación de Jaén, la jornada comenzó con la ponencia “La integración cooperativa como herramienta para el abaratamiento de costes”, a cargo de Antonio Ruz, gerente de la SCA San Roque de Arjonilla y miembro del Grupo Operativo GO-Olivar, orientado a la mejora de la rentabilidad del olivar tradicional. Ruz incidió en que la integración de cooperativas permite reducir los costes de la fase de molturación, siendo los costes de amortización, personal, suministros, reparaciones y conservación aquellos sobre los que hay que hacer un mayor seguimiento. En concreto, demostró con cifras de las dos últimas campañas de molturación cómo el tamaño de la fábrica impacta sobre la reducción de costes y puso de manifiesto que al menos el 50% de las almazaras españolas está por debajo del tamaño óptimo para alcanzar la máxima eficiencia, lo cual supone una oportunidad para el sector. Finalmente, presentó la campaña de divulgación del Grupo Operativo GO-Olivar.
Por su parte, Manuel Parras, catedrático de Comercialización y Mercados de la UJA y presidente de la IGP Aceites de Jaén, presentó las claves para adoptar una estrategia de diferenciación mediante las figuras de calidad diferenciada. Parras expuso que el aumento del consumo se está registrando en países no productores como EEUU, Brasil y Canadá, impulsado principalmente por la preocupación por la salud, junto al envejecimiento de la población. Sin embargo, señaló que este mismo envejecimiento afecta negativamente a países productores como España, Italia o Grecia, siendo mayor la caída del consumo en estos dos últimos países que en España. Asimismo, consideró que el sector debe plantearse cómo recuperar el consumo en la franja de menores de 35 años -los millennials-, que apuntan, entre otras razones, al envase de plástico o al precio como principales inconvenientes para consumir estas grasas vegetales; mientras que, a la hora de decidir entre los distintos aceites de oliva, en el caso del canal Horeca destaca el sabor, la confianza en el proveedor y el precio. A su juicio, “aquí se da una de las paradojas del sector: este segmento del mercado no valora la preocupación por la salud como razón para utilizar los aceites de oliva mientras que el consumidor final sí lo hace”.
Parras finalizó su intervención abogando por que los productores diferencien sus producciones mediante los llamados atributos ocultos, que incluyen el respeto al medio ambiente y la biodiversidad, la creación de empleo, la contribución al desarrollo rural o el mantenimiento del paisaje y del patrimonio. Además, consideró que figuras como la IGP Aceite de Jaén dan respuesta a una de las principales inquietudes de los consumidores: garantizar la autenticidad del producto mediante un sello que el consumidor percibe como beneficioso tanto para el productor como para él.
A continuación se celebró la mesa redonda “¿Cómo aunar calidad y producción de grandes volúmenes de aceite de oliva?”, presentada y moderada por Juan A. Peñamil, CEO de Grupo Editorial Mercacei, que contó con la participación de Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena Olive Juice; Juan Antonio Parrilla, gerente de Picualia; Cristóbal Gallego, presidente de Grupo Jaencoop y de la SCA Nuestra Señora del Pilar (Villacarrillo); y Juan Gadeo, presidente de Grupo Interóleo y Oleocampo SCA (Torredelcampo).
En el transcurso de esta mesa se puso de manifiesto que la calidad va más allá de la meramente reglamentada, teniendo cada vez más importancia en los mercados internacionales la ausencia total de residuos en el aceite. También se subrayó que conceptos como la salud o el respeto al medio ambiente forman parte de esa imagen de calidad que el comprador plantea.
Asimismo, se constató la necesidad de aplicar sistemas de remuneración que premien al agricultor como condición indispensable para todo aquel que apueste por la calidad, lo que debería ser una opción irrenunciable. Además, se señaló que esta calidad también impregna los mercados de graneles, existiendo grandes envasadores que los buscan y que incluso están proponiendo certificaciones relacionadas con la sostenibilidad. En este sentido, los participantes de esta mesa indicaron que el éxito de la venta de graneles pasaría por tener perfectamente radiografiados a los grandes compradores y ofrecerles el producto que mejor se adapte a las necesidades de cada momento.
Finalmente, Rodrigo Jaén, director general de Pieralisi España, fue el encargado de ofrecer las conclusiones y de clausurar la jornada, que tuvo como colofón un cóctel de despedida.
