En este sentido, COAG-Jaén ha asegurado que la situación que se están encontrando los olivareros jiennenses es un “auténtico desastre”. En la zona de Jimena o Las Escuelas, por ejemplo, Fernando Lupiáñez explica que en olivos donde de media recogen entre 60/70 kilos por árbol, pensaban que este año tendrían un 50% menos, entre 30/35 kilos, y sin embargo se han encontrado entre 8/10 kilos de aceituna, solo un 13% de la cosecha media.
La organización ha precisado que en Mancha Real en cosechas medias de 5.000 kilos por hectárea hay unos 1.000 kilos; mientras que en Torreperogil, en olivos buenos de la comarca de La Loma de regadío, que suelen tener una cosecha media de 6.000 kilos por hectárea, se están recogiendo unos 1.000 kilos.
En Fuerte del Rey se ha constatado que hay un 30% menos de aceituna y, de hecho, en esa localidad, las dos cooperativas que este año se han unido en una, esperan molturar alrededor de dos millones de kilos de aceituna, cuando lo normal sería entre 9 y 10 millones de kilos.
También en zona de campiña, en Mengíbar, se ha comprobado que en olivos que producen una media de 80 kilos, solo se están cogiendo una media de 20 kilos; al igual que en Porcuna, donde apenas se recoge un 13%, unos 500 kilos hectárea.
Asimismo, en Alcalá la Real, el olivarero Francisco Cano, que suele tener una cosecha media de 4.000 kilos hectárea, este año espera unos 800 kilos por hectárea.
A esto se añade, según Juan Carlos Hervás, técnico de COAG-Jaén, que los olivos, debido al estrés hídrico que sufren, después de recogerlos se quedan “muy mal”, se dañan las ramas porque sufren las raíces y se descorteza el tronco, por lo que se están utilizando las varas en lugar de maquinaria.
Las previsiones, según los datos oficiales del aforo realizado por la Junta de Andalucía, estimaban, dependiendo de la climatología, una producción de 587.000 toneladas de aceite de oliva en Andalucía, un 49,1% menos que la cosecha anterior y un 47,5% menos que la media de las últimas cinco campañas.
En Jaén, principal provincia productora a nivel mundial, las estimaciones eran aún peores, con una reducción del 60% de la cosecha, hasta 200.000 toneladas, según ha recordado la organización.
A su juicio, la falta de precipitación en los meses de octubre y noviembre ha sido inusual y ha limitado mucho la previsión de cosecha, "modificando a la baja los cálculos realizados, que pueden llevar incluso a una producción por debajo de las más bajas registradas en la historia, de 140.000 toneladas de aceite de oliva".
