Este año, como novedad, este delicioso producto se puede degustar con una cobertura de aceitunas aloreñas escarchadas en lugar de la guinda confitada tradicional, “haciéndolo más saludable si cabe”, realata a Mercacei el chef malagueño, que elabora estos roscones desde la Panadería Peinado, propiedad de su tío Juan Carlos y situada en el número 3 de la calle Pedro Gómez Chaix de Málaga.
“Mis comienzos fueron en este obrador a los 16 años. Gracias a esto, siempre busco la similitud entre cocina y pastelería. A raíz del confinamiento, y realizando pruebas, conseguimos elaborar un roscón más esponjoso y jugoso, de ahí que lo lanzáramos al mercado con tanto éxito, duplicando la producción el primer año. A día de hoy hablamos de cinco veces más y el pasado año vendimos alrededor de 5.000 roscones”, subraya García Peinado.
Con la elaboración de este roscón, el cocinero malagueño pretende “despertar la gastronomía (pastelería) saludable y minimizar el riesgo de ingredientes poco o no saludables como las grasas saturadas tipo trans, además de posicionar el AOVE como la mejor opción para cocinar, amasar, etc.”
En cuanto a su proceso de elaboración, explica que “el primer paso consiste en elaborar la masa madre, cinco días fermentando con harina de centeno y semillas de olivo y, a partir de ahí, se realiza una masa típica de bollería con harina, huevos, azúcar y cítricos, dejándola fermentar en tres pasos”. “Antes de entrar al horno, la decoramos con calabazate y aceituna aloreña escarchada hecha por nosotros”, añade.
Para los que lo prefieran con relleno, García Peinado precisa que normalmente utilizan mermelada de AOVE, nata, turrón o trufa, “pero para mí el mejor, sin duda, es el roscón sin relleno para mojar en la mermelada de virgen extra”.
Este postre artesanal traspasará este año las fronteras malagueñas, ya que es la primera vez que se va a comercializar en Jaén, Granada, Madrid y Gijón, si bien espera que en un futuro la distribución se realice por toda España.
