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Las claves para la aplicación de la nueva PAC en el olivar

Las claves para la aplicación de la nueva PAC en el olivar

lunes 13 de marzo de 2023, 12:30h
Mª Magdalena Gálvez Djouma, jefa del Área de Olivar y Aceite de Oliva de la Subdirección General de Cultivos Herbáceos e Industriales y Aceite de Oliva del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), desvela en este artículo en exclusiva para Mercacei las claves para la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC) en el sector y asegura que desde las diferentes administraciones se está fomentando su difusión y el asesoramiento técnico, tanto por su importancia en la mejora de la gestión de las explotaciones como para conocer todas las posibilidades de apoyo existentes.

Este año 2023, los olivicultores -al igual que el resto de agricultores de la Unión Europea (UE)- van a aplicar una nueva PAC, que ha sido resultado de un largo proceso de negociación, primero a nivel europeo y posteriormente en el ámbito nacional, para su adaptación a las características y condiciones existentes en España, cuyas medidas han sido plasmadas en los reales decretos que fueron aprobados el pasado mes de diciembre.

En este sentido, la primera cuestión a considerar es que la nueva PAC, a diferencia de las anteriores, está orientada a la consecución de unos objetivos de sostenibilidad económica, social y medioambiental a nivel de Estado Miembro, intensifica su ambición ambiental y establece la posibilidad de que cada oleicultor puede solicitar ayudas en función de los compromisos que adquiera.

Se establece una “Ayuda básica a la renta para la sostenibilidad” (ABRS) y un pago redistributivo destinados al mantenimiento de las rentas. Además, los agricultores tienen la posibilidad de recibir un pago voluntario adicional “Eco-regímenes” (EERR) por las prácticas agrarias beneficiosas para el clima y el medio ambiente, que vayan más allá de la condicionalidad reforzada que es la línea base para poder percibir ayudas. También se podrán percibir las ayudas agroambientales que han establecido las Comunidades Autónomas.

La “condicionalidad reforzada” está formada por los requisitos legales de gestión (conjunto de normas que todos los agricultores, independientemente de que perciban ayudas PAC deben de cumplir); y las Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM), que incorporan como obligatorias las prácticas que en la anterior PAC se incluían en los pagos verdes o “Greening” y han incrementado algunas exigencias. En el caso del olivar, cabe destacar la prohibición de quemas de restos de poda (BCAM 3), que se exceptúa en las explotaciones de menos de 50 trabajadores o con una facturación inferior a 10 millones de euros, y en las superficies con una pendiente igual o superior a un 10% no se podrá labrar en la dirección de la máxima pendiente (BCAM 5) y se deberá establecer una cubierta vegetal de una anchura mínima de 1 metro en las calles transversales a la línea de máxima pendiente, de octubre a marzo (BCAM 6). Se mantiene la BCAM 8, que prohíbe la cosecha nocturna de plantaciones de seto, mientras que la prohibición de cortar y podar entre marzo y agosto se aplicará solo a los árboles no productivos y por tanto no afectará al cultivo del olivar.

Los requisitos que deberán cumplir los oleicultores para poder percibir la ayuda siguen siendo ser agricultor activo, que en el caso de personas físicas se cumplirá si se está afiliado a la Seguridad Social Agraria por cuenta propia o autónomo o al menos el 25% de sus ingresos totales proceden de la actividad agraria. No obstante, aquellos agricultores que en el año anterior reciban menos o igual a 5.000 euros de ayudas directas, se considerarán automáticamente como activos, lo que garantiza el mantenimiento de las ayudas para numerosos oleicultores que ejercen la actividad a tiempo parcial.

Además, a partir del 1 de septiembre de 2023 los oleicultores que tengan una explotación de igual o más de 10 hectáreas deberán utilizar el “Cuaderno electrónico de explotación” en el que deberán reflejar sus características, labores y compromisos que adquieran para demostrar su cumplimiento.

Desde el 28 de febrero, se puede realizar la consulta de la asignación de derechos provisionales de ABRS en la página web del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), determinados a partir de los derechos de Pago Básico del anterior régimen de ayudas disponibles en 2022. La nueva asignación solo tiene en cuenta el número de derechos existentes en la campaña anterior y no se consideran las hectáreas sin derechos. Por el contrario, en el caso de los EERR se pueden solicitar ayudas para toda la superficie de la explotación independientemente de que tengan derechos, a excepción de los espacios de biodiversidad en el que deberán tener, por lo menos, un derecho.

En la determinación del nivel de apoyo de la ABRS, se ha simplificado el modelo de regionalización a 20 regiones (4 regiones para los cultivos permanentes) y se continuará aplicando el obligado proceso de convergencia de los derechos, según requiere el Reglamento de planes estratégicos, con el fin de seguir alejándonos progresivamente de los valores históricos. Este proceso conlleva el ajuste a la baja de los derechos por encima de la media de la región.

Con el objetivo de favorecer un reparto más justo y preciso de los fondos desde las explotaciones más grandes a otras más pequeñas o medianas, se mantiene el “Capping” o recorte de los importes de ABRS a percibir por los beneficiarios a partir de los 60.000 euros una vez que se descuenten los costes laborales, que se destinan a la financiación del nuevo “Pago redistributivo” que complementa con un porcentaje del valor medio de la ABRS de cada región a las primeras hectáreas de las explotaciones.

También se ha establecido una ayuda asociada al olivar con dificultades ambientales y alto valor medioambiental que podrán percibir aquellas parcelas de secano con una pendiente media mayor o igual al 25% y/o una densidad de plantación de hasta 100 árboles/ha., con el fin de garantizar su continuidad.

Eco-regímenes

No obstante, la principal novedad de la nueva PAC son los eco-regímenes (EERR), que suponen una oportunidad para visibilizar el importante papel que juega la olivicultura en la protección del medio ambiente. Es importante, además, recordar que si los oleicultores desean recibir un nivel de ayudas similar a la anterior PAC, deben poner en marcha los EERR, y con el fin favorecer su desarrollo en 2023 no se aplicarán penalizaciones y en 2024 se reducirán a la mitad.

En el olivar se podrán establecer una cubierta vegetal (espontánea o sembrada), una cubierte inerte o un espacio de biodiversidad. En cada hectárea, solo se puede cobrar por una práctica, aunque se pueden combinar prácticas diferentes en la explotación. Las cubiertas deberán permanecer todo el año y ocupar como mínimo el 40% de la anchura libre de copa, no permitiéndose la aplicación de herbicidas ni productos fitosanitario. En el caso de las vegetales deberán permanecer vivas un periodo mínimo de cuatro meses y deberán ser manejadas mediante siega; y los restos de poda en las inertes deberán establecerse antes del 1 de marzo. El importe de las ayudas se ha diferenciado en tres estratos según la pendiente, siendo mayores para las superficies de mayor pendiente, dadas las dificultades añadidas que supone la mayor inclinación del terreno.

En conclusión, la clave para una adecuada aplicación de la nueva PAC es que todos los oleicultores conozcan las múltiples oportunidades que ofrece y, por ello, desde las diferentes administraciones se está fomentando su difusión y el asesoramiento técnico, tanto por su importancia en la mejora de la gestión de las explotaciones, como para conocer todas las posibilidades de apoyo existentes.