Italia, España y Grecia ocupan las tres primeras posiciones en exportaciones de este producto a Serbia. Italia es el principal socio comercial y se encuentra en una posición de liderazgo, ya que un 65,1% de las importaciones provienen de este país. Por su parte, España y Grecia se encuentran muy lejos de la posición italiana, pero tienen una importante cuota de mercado, con un 20% y 14% respectivamente, muy alejados de los siguientes países que exportan a Serbia.
En cuanto a las perspectivas del sector, ICEX señala que se trata de un mercado pequeño, aunque el aumento experimentado del precio del aceite de girasol derivado del conflicto ucraniano, así como el cambio de hábitos y estilo de vida, influirán directamente en la decisión de compra del consumidor y, por tanto, en la evolución del mercado de aceite de oliva.
Las perspectivas de crecimiento son positivas, aunque no se espera un rápido incremento de las ventas, al menos en el corto plazo. Asimismo, teniendo en cuenta la dependencia del país de las importaciones a este producto, las previsiones de mercado para los productores españoles son positivas siempre y cuando se presente un producto competitivo en calidad y precio y se realice una adecuada inversión en su promoción.
Serbia es un país donde la agricultura juega un papel fundamental en la economía y donde el culto a la comida es una parte integral de las costumbres tradicionales autóctonas. No obstante, según este estudio, la cultura del aceite de oliva no tiene tradición en el país y el aceite de girasol constituye el producto sustitutivo más consumido.
El precio juega un papel determinante en el consumo del mismo, si bien se empieza a notar un incremento del consumo de este producto en el nicho de gente joven con el hábito de cuidar su alimentación y mejorar sus costumbres alimentarias.
El precio medio por litro se sitúa en una franja de los 6 a los 18 euros dependiendo de la calidad del aceite y en la mayoría de los casos es vendido en formato botella de cristal de 1 litro. A pesar de que no sea común encontrarlo, también existen productos de mayor volumen (3 litros), en formato lata. Principalmente, según detalla el informe, la compra de productos grasos se realiza a través de grandes cadenas de supermercados, que están creciendo con el cambio de estilo de vida, aunque también se realizan ventas en pequeñas tiendas.
Respecto a la percepción del producto español, las marcas españolas no son especialmente conocidas por parte del consumidor serbio en comparación con el producto italiano. No obstante, el producto español sí que es percibido como producto de calidad por parte de los consumidores serbios, debido, principalmente, al turismo y la televisión, y su presencia está creciendo.
