Este informe subraya que el consumidor de aceite de oliva aparece perfilado como una persona joven, con estudios superiores y que empieza a introducir progresivamente este producto en su consumo habitual a través de una dieta saludable.
De hecho, dado el cambio de hábitos hacia una cocina más saludable, se está tendiendo a evitar el consumo de aceite de girasol y mantequillas y hay más cabida para aceites de oliva y de calidad superior. Además, el consumo de este tipo de productos está aumentando entre los jóvenes según la previsión de Euromonitor, que para el período 2021-2025 prevé un crecimiento de las ventas de aceite de oliva del 28,6% (1.800 toneladas) frente a un aumento del 5,1% en aceite de girasol.
El consumidor de aceite de oliva aparece perfilado como una persona joven, con estudios superiores y que empieza a introducir este producto en su consumo habitual
En cuanto a la presentación del producto y formato, mientras el envase más utilizado para los aceites de girasol es el de plástico, el aceite de oliva suele ser embotellado en envases de cristal. Según este estudio, el plástico no se considera adecuado para el aceite de oliva, ya que los consumidores perciben un mayor valor añadido en los productos embotellados en envases de cristal y, dada la calidad y el precio del aceite de oliva, se cree que es la mejor opción para su envasado.
El mercado del aceite de oliva en Serbia es relativamente pequeño, dependiente de la importación para suplir la demanda interna y con una muy reducida capacidad de reexportación. Italia, Grecia y España ocupan las tres primeras posiciones en exportaciones de este producto. Italia es el principal socio comercial y se encuentra en una posición de liderazgo ya que un 55,3% de las importaciones provienen de este país. Por su parte, España y Grecia se encuentran muy lejos de la posición italiana, pero tienen una importante cuota de mercado, con un 23,7% y 18,3%, respectivamente.
La competencia del producto italiano en Serbia es, por lo general, bastante fuerte; los esfuerzos de promoción italianos son altos. Sin embargo, el estudio destaca la evolución que los productos españoles han alcanzado recientemente ya que la importación ha crecido un 123% en los últimos cinco años.
El producto español sí que es percibido como producto de calidad por parte de los consumidores serbios
Se trata de un país donde la agricultura juega un papel fundamental en la economía y donde el culto a la comida es una parte integral de las costumbres tradicionales autóctonas. No obstante, según ICEX, la cultura del aceite de oliva no tiene tradición en el país y el aceite de girasol se convierte en el producto sustitutivo más consumido, con una enorme diferencia.
El precio medio por litro se sitúa en una franja de los 7 a los 16 euros dependiendo de la calidad del aceite y en la mayoría de los casos es vendido en formato botella de cristal de 1 litro.
La compra de productos grasos se realiza principalmente a través de grandes cadenas de supermercados, que están creciendo con el cambio de estilo de vida, cada vez más cercano al europeo; si bien también se realizan ventas en pequeñas tiendas.
Respecto a la percepción del producto español, las marcas españolas no son especialmente conocidas por parte del consumidor serbio en comparación con el producto italiano. No obstante, el producto español sí que es percibido como producto de calidad por parte de los consumidores serbios, debido, principalmente, al turismo y la televisión, y su presencia está creciendo.
