En concreto, según detalla este informe, Japón es el tercer país no europeo con mayor importación de aceite de oliva, aunque su consumo per cápita solo alcanza los 0,4 litros anuales, siendo esta ratio menor que la de otros países donde el aceite de oliva tampoco forma parte de la dieta tradicional.
España ostenta una posición de liderazgo en el mercado japonés de aceite de oliva con una cuota de mercado del 57,5% frente al 32,6% de Italia. Nuestro país exportó en 2022 a Japón un total de 35.735 toneladas de aceite de oliva y 20.867 millones de yenes (alrededor de 145 millones de euros) frente a las 20.229 toneladas y 15.154 millones de yenes (106 millones de euros) de Italia.
Otros competidores como Turquía, Grecia, Portugal y Chile también tienen una presencia destacada en el mercado nipón.
El estudio de ICEX subraya que la imagen del aceite de oliva es muy buena, sobre todo cimentada en su percepción como alimento saludable. Además, asegura que los japoneses están dejando de ver el aceite de oliva como un alimento ajeno a su dieta diaria. Así, progresivamente lo están incorporando a su dieta de formas muy diferentes: como aliño para ensaladas, en recetas de cocina japonesas y occidentales, para elaborar postres, etc.
La evolución del consumo de aceite de oliva en Japón es especialmente favorable entre japoneses de mediana edad, residentes en Tokio o en grandes ciudades japonesas. Entre el público joven femenino también están teniendo un éxito cada vez mayor los productos para el cuidado de la piel y el cabello en cuya elaboración se utiliza aceite de oliva.
Oportunidades en Japón
El estudio de ICEX subraya que los aceites de oliva españoles han logrado una sólida presencia en el mercado japonés, manteniendo una cuota mayoritaria en comparación con sus competidores y liderando las exportaciones. Sin embargo, a pesar de estos logros, su posición no iguala la de los aceites italianos en términos de presencia en los estantes de los supermercados. Por lo tanto, aunque España brilla en términos de exportación, esta fortaleza se diluye al exportar mayoritariamente a granel, limitando así su reconocimiento e imagen país. Por ello, para capitalizar las oportunidades existentes, considera esencial los siguientes aspectos:
• Evaluación cuidadosa de la expansión internacional: Antes de dirigirse directamente a Japón, es aconsejable establecer una base sólida en mercados geográficamente más cercanos, fáciles de abordar y también maduros. La experiencia exportadora puede ser un factor crucial para conseguir que los importadores potenciales otorguen credibilidad a las empresas españolas aún sin presencia comercial en Japón.
• Adaptación a las preferencias del consumidor japonés: Aunque es importante mantener las cualidades intrínsecas del aceite de oliva, es esencial comprender los gustos y preferencias del consumidor japonés para desarrollar una oferta que se ajuste a sus necesidades y gustos.
• Adopción de una estrategia a largo plazo: Dado que el aceite de oliva aún no es parte integral de la dieta japonesa diaria, es necesario considerar el mercado japonés como una oportunidad a largo plazo, con la expectativa de que se convertirá gradualmente en un producto de consumo común.
• Colaboración con importadores y estrategias conjuntas: La elección del importador es crucial para el éxito en el canal de distribución. Mantener una comunicación fluida y establecer estrategias conjuntas con el importador puede conducir a un mejor posicionamiento y éxito sostenible en el mercado.
• Promoción y educación: A pesar de la alta calidad del aceite de oliva virgen extra español, es esencial promocionar y educar no sólo a los consumidores japoneses sobre sus usos sino también a actores claves de la cadena de distribución comercial y muy especialmente a los importadores y distribuidores.
• Innovación y adaptación: La adaptación a la cultura culinaria local puede ser un diferenciador clave. Incorporar el aceite de oliva en platos tradicionales y la introducción de conceptos innovadores como el helado de aceite de oliva pueden llamar la atención y generar interés.
