La calidad, autenticidad e integridad de los productos agroalimentarios es un aspecto que cobra cada vez más importancia en la industria alimentaria y el desarrollo de nuevas tecnologías y aplicaciones, como los sensores espectrales no destructivos, ofrecen nuevas oportunidades para garantizar la seguridad. Estos sensores trabajan con la luz, lo que les permite predecir la calidad, seguridad y trazabilidad en diversos productos sin destruir el alimento y sin emplear reactivos químicos.
Esta es la línea de trabajo del proyecto SensorFint, una red internacional que aúna a más de 300 participantes de 31 países bajo la coordinación de la catedrática de la Universidad de Córdoba Dolores Pérez Marín, y que celebra desde ayer y hasta mañana su congreso final en la UCO para mostrar los avances, retos y el potencial de estos sensores no invasivos -como NIRS, Raman o la imagen hiperespectral- como tecnología clave y emergente en el ámbito del control de la integridad de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro.
Así, las 145 personas inscritas -entre personal investigador, empresas de fabricación de sensores y agroalimentarias, así como consultorías, especialistas en tratamientos de datos y software o jóvenes en formación-, provenientes de los cinco continentes, debatirán sobre las necesidades de control de calidad, seguridad, autentificación y trazabilidad de los alimentos, y cómo los sensores espectrales pueden desempeñar un papel clave en esta cuestión. Todo ello a lo largo de tres días en los que se incluirán conferencias, comunicaciones orales, pósteres, una mesa industrial para poner en contacto a quienes investigan con las demandas de la industria y una sesión dedicada a los más jóvenes y a los resultados obtenidos en estancias de movilidad desarrolladas en el marco de SensorFint.
El desarrollo de nuevas aplicaciones, la innovación en el control de los procesos o el etiquetado de los alimentos, el desarrollo de nuevas metodologías y algoritmos para el procesado de datos espectrales en tiempo real, la adecuación del progreso científico a las necesidades industriales o la inclusión de la Inteligencia Artificial al tratamiento de los datos son algunos de los temas que se van a tratar en el Congreso final del proyecto SensorFint, iniciado en 2020 y que concluirá en septiembre de 2024.
El congreso fue inaugurado por la vicerrectora de Innovación y Transferencia de la UCO, Lourdes Arce, quien destacó la conexión que la Universidad de Córdoba mantiene con el ámbito de la agricultura. “La UCO está firmemente comprometida con los problemas y las necesidades de la industria alimentaria”, señaló, añadiendo que el proyecto SensorFint ha ayudado a generar soluciones para el proceso de control alimentario.