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Nuevos estudios tratan de poner cerco a la Xylella fastidiosa

Nuevos estudios tratan de poner cerco a la Xylella fastidiosa

miércoles 27 de junio de 2018, 11:53h

Dos nuevos estudios realizados por investigadores españoles pretenden contribuir a controlar la propagación de la temida bacteria que devasta el olivar. Uno de ellos proporciona un diagnóstico temprano, detectando la Xylella fastidiosa antes de que sean visibles los síntomas en los olivos infectados, gracias a un nuevo método de análisis aéreo realizado con aviones o drones.

En concreto, el estudio “Previsual symptoms of Xylella fastidiosa infection revealed in spectral plant-trait alterations”, publicado en la revista Nature Plants y realizado por un equipo científico internacional -liderado por el investigador del CSIC Pablo Zarco-Tejada-, determina que los cambios en los rasgos funcionales de la planta se pueden detectar gracias a las imágenes aéreas realizadas con espectroscopia y termografía.

Durante más de dos años, los investigadores evaluaron más de 7.000 olivos en una zona del sur de Italia afectada por la bacteria y obtuvieron una fiabilidad en el diagnóstico superior al 80%, lo que permitió detectar la enfermedad con antelación. La investigación demuestra que las alteraciones espectrales del rasgo de las plantas causadas por la infección por Xylella fastidiosa son detectables de forma preliminar a escala del paisaje, un requisito crítico para ayudar a erradicar algunas de las enfermedades de plantas más devastadoras.

Por otra parte, según un segundo estudio denominado “Incidencia de Xylella fastidiosa en las Islas Baleares y distribución potencial en la península ibérica”, publicado por la revista Investigaciones Geográficas y realizado por Oliver Gutiérrez Hernández, profesor e investigador del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga, y Luis V. García, científico titular del CSIC, la península Ibérica se hallaría muy expuesta a la entrada y difusión de Xylella fastidiosa, especialmente el arco mediterráneo.

La investigación apunta a una alta incidencia del patógeno en las Islas Baleares y proyecta una amplia distribución potencial de dicha bacteria en la península ibérica, especialmente allí donde las temperaturas mínimas del mes más frío son más suaves.

Los autores llaman la atención sobre la necesidad (y responsabilidad institucional) de difundir los datos georreferenciados de la bacteria para facilitar el estudio de su distribución. “Un buen seguimiento de la dispersión de Xylella fastidiosa y una completa monitorización del estado fitosanitario serán factores claves en la gestión de la problemática”, concluye la investigación.