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Adiós a Moshe A. Spak, alma máter de TerraOlivo

Adiós a Moshe A. Spak, alma máter de TerraOlivo

Por Alfredo Briega Martín
viernes 20 de julio de 2018, 12:25h

Ayer conocíamos la triste noticia del fallecimiento de Moshe A. Spak (Buenos Aires, 1959), fundador y organizador del concurso internacional de aceite de oliva virgen extra TerraOlivo (Mediterranean International Olive Oil Competition), cuya edición de 2018 se celebró el pasado mes de junio. Emprendedor tenaz, firme en sus convicciones y apasionado en sus opiniones, Moshe era un argentino con alma hebrea que llevaba más de una década promoviendo los beneficios nutricionales del AOVE, fomentando su consumo y difundiendo las bondades de la Dieta Mediterránea.

En las diferentes entrevistas concedidas a Mercacei -cuyo CEO y editor, Juan A. Peñamil, era amigo personal de Spak desde hacía años-, el alma máter de TerraOlivo no rehuía ningún tema, por polémico que fuese. Así, y a propósito del debate sobre la excesiva proliferación de concursos, certámenes y competiciones de aceite de oliva -contemplada con recelo por el Consejo Oleícola Internacional-, Spak siempre defendió contra viento y marea la integridad y credibilidad de su concurso. En su opinión, la clave del éxito de un concurso internacional de estas características residía en “contar con una organización profesional, íntegra y experimentada, así como con un grupo de catadores de alto nivel bien seleccionados que sepan o puedan trabajar en equipo. Estas condiciones aseguran al participante que su producto será evaluado correctamente, sin permitir que el ego de los jueces u organizadores perjudique a los productos. Creo que, con el paso de los años, el mercado se ha dado cuenta de que en TerraOlivo el AOVE es la estrella y no los jurados. TerraOlivo es creíble y llega a los consumidores”.

“No creo que TerraOlivo entregue demasiados premios ni ello contribuya a diluir su valor”, respondía con un punto de enojo cuando se le cuestionaba a este respecto. “La diversidad es muy buena y democrática, beneficia al mercado; así que buscar un consenso para que los concursos sean idénticos no me parece productivo. En el vino cada uno de los concursos tiene su propio reglamento hace más de 70 años, tampoco son iguales. Creo que hay que dejar al mercado libertad en sus acciones”. Y añadía: “Yo no veo ningún desorden en el mercado con los concursos internacionales, todo lo contrario; es un mercado que crece en todo el mundo, en especial en términos de calidad y marketing, y que beneficia mucho a la comercialización de los AOVEs de calidad. Cada día hay más productores y marcas de AOVE de calidad en todo el mundo y más consumidores buscan esos productos, y esto se debe en gran medida a los concursos internacionales. Obviamente, los concursos internacionales han abierto las puertas del mundo a nuevos productores, países, catadores, consumidores, etc.; o lo que es lo mismo, a una mayor competencia, crecimiento, ideas, productos… seguramente esta mayor libertad de elección debe poner nerviosas a algunas personas a las que no les gusta la libertad y la competencia”. Punto final. Así era Moshe, directo, elocuente y en ocasiones políticamente incorrecto. Un espíritu libre e inquieto que no se casaba con nadie: “Yo creo que el COI es un organismo intergubernamental que ha sido creado, entre otros motivos, para difundir y promocionar el aceite de oliva virgen extra, y que, más que en los concursos, debería poner orden en la comercialización del AOVE para que el consumidor sepa siempre lo que está comprando y no sea estafado, para que su confianza no se vea defraudada”.

Para Moshe Spak, la Guía EVOOLEUM era “lo máximo” en cuanto a productos de este tipo. Para nosotros, su figura es un ejemplo inspirador para el sector oleícola internacional, la de un hombre enamorado y entregado al bendito oro líquido que vio cumplido su sueño de crear uno de los concursos más importantes del planeta virgen extra. Desde Mercacei queremos unirnos al dolor de sus familiares y amigos y brindar con una copa de AOVE para honrar su memoria. Descansa en paz, amigo.