Este informe señala que la producción no llegará a los 3 millones de toneladas, debido fundamentalmente a que la mayor parte de los países productores de gran calado no tendrán una cosecha media. En concreto, destaca Portugal que, muy probablemente, no registre las 100.000 toneladas de producción; o España, que debido a una serie de circunstancias climatológicas, en ningún caso se prevé que supere los 1,6 millones de toneladas.
Por su parte, Italia y Grecia tendrían similares producciones, rondando entre las 230.000 y las 240.000 toneladas, mientras que Turquía superaría las 175.000 t., Marruecos alcanzaría la 130.000 t. y Túnez las 100.000 t.
Esta situación irá acompañada de una evolución positiva en el consumo, sobre todo de pequeños productores (Brasil, Estados Unidos, etc.) y no productores (Rusia, Canadá, Alemania, Reino Unido, etc.).
Según este informe, en el ámbito de la producción, dada la actual climatología, sobre todo en la Cuenca Mediterránea, donde las lluvias han sido tardías, no se llegará ni al 70% de la producción nominal, lo que se verá afectado, además, por los rendimientos grasos, en todo caso inferiores de media al menos 1,5 puntos porcentuales comparados con la campaña anterior.
En el ámbito de los precios, estima una solidez elevada sobre todo en la categoría virgen extra, ya que su producción es baja respecto a la demanda y la climatología se prevé́ negativa para la obtención de esta calidad. Por lo tanto, “los precios se mantendrán estables siempre por encima del nivel de costes productivos medios, si la calidad así lo avala”, señala.
Respecto a los vírgenes y lampantes, la segunda categoría se apreciará en ausencia de la primera, al menos 30 céntimos, y los lampantes por ahora no tendrán una subida solida, ya que la mayor parte del aceite producido, de darse estas situaciones, será de esta categoría.
A su juicio, a partir de estas previsiones habrá que esperar a las próximas semanas, teniendo en cuenta a la evolución del clima en el ámbito mediterráneo.
