España es el principal país proveedor de este producto, responsable del 75% de las importaciones en 2019, seguido por aceites italianos que también gozan de muy buena reputación, aunque su presencia en el país sea mucho más reducida.
El formato clásico es en botellas de 500 o 250 ml., y se puede encontrar en supermercados, tiendas gourmet y de conveniencia. El canal Horeca, por su parte, lo utiliza dentro de sus preparaciones.
El factor decisorio a la hora de comprar aceite es el precio ya que, al ser un producto importado, su precio es elevado y tan solo aquellos hogares de rentas más altas se decantan por su adquisición. La marca, aunque en menor medida, también contribuye a la elección de compra, siendo las más consumidas las que llevan mayor tiempo en el mercado, como Carbonell, La Española y Borges.
Aunque el origen del producto no se considera un factor relevante, ICEX destaca que en 2018 el 74% del aceite de oliva virgen importado en Panamá procedía de España, lo que reafirma la buena reputación con la que cuenta el país en esta categoría de productos.
La demanda actual de aceite de oliva es pequeña, pero, según este estudio, se estima que su consumo en los próximos años aumentará de forma estable, favorecido por la tendencia actual encaminada hacia hábitos de alimentación más saludables y el aumento de los salarios, entre otros.