De hecho, este organismo afirma que se pronostica un aumento en las ventas de aceite de oliva del 10,1% en términos de valor en el periodo comprendido entre 2021 y 2026 en Eslovaquia. El crecimiento de las ventas de aceite de oliva será mayor que el resto de los aceites vegetales alternativos, aunque partiendo de una base inferior.
El mercado del aceite de oliva en Eslovaquia es pequeño, con una población total en torno a 5,459 millones de habitantes. La producción local es inexistente y las importaciones cubren prácticamente el total del consumo de aceite de oliva en el país. Las adquisiciones de aceite de oliva provienen mayoritariamente de la UE, y siguen una tendencia creciente durante los últimos años, aunque partiendo de una base reducida.
Haciendo un análisis global, ICEX señala que las importaciones de aceite de oliva se han mantenido estables durante la última década, con una ligera tendencia de crecimiento que alcanza su pico en 2020. A grandes rasgos, España es el principal proveedor de aceite de oliva a Eslovaquia con abismal diferencia sobre el resto, sus importaciones se caracterizan por tener una tendencia alcista en los últimos años, con una cuota del 59,6% en términos de cantidad y del 46,8% en valor en 2021.
El incremento en el interés de los eslovacos por la alimentación saludable y ecológica es palpable, y brinda una oportunidad para productos como el aceite de oliva
Italia y República Checa son los principales competidores de España en el mercado eslovaco. Italia, aunque ocupa el segundo lugar, queda lejos de competir con las importaciones españolas, puesto que su cuota de mercado tan solo representa un 24,5% en cantidad, y un 26,9% en valor.
Teniendo en cuenta el liderazgo del aceite de oliva español, sus principales competidores son los aceites de colza, girasol y palma, que son ampliamente consumidos en la dieta eslovaca, y mantienen precios sustancialmente más asequibles que el aceite de oliva, según ICEX, que indica que hay que tener en cuenta el mercado del aceite tiene una demanda muy elástica al precio, por lo que pequeñas variaciones en él implican notorias reacciones en la demanda de éstos. Asimismo, productos como las grasas de cerdo o la mantequilla, son sustitutivos más lejanos, que gozan de cierta popularidad y tradición en este mercado.
El perfil del consumidor de aceite de oliva eslovaco es de un cliente con alto poder adquisitivo, proveniente de un público joven (25 a 50 años), orientado hacia un estilo de vida saludable. En consecuencia, el aceite de oliva virgen extra es la tipología dominante en Eslovaquia, abarcando un 78% del mercado total de aceite de oliva.
Las ventas de aceite de oliva en el canal minorista experimentaron un crecimiento desde 2020 como consecuencia de las restricciones para el canal Horeca y foodservice, que ha empujado a los eslovacos a cocinar en el hogar. Estos factores, junto con la creciente sensibilización por llevar una dieta más saludable, han favorecido la incorporación del aceite de oliva como producto en la cesta.
El aceite de oliva de origen español está presente en la mayoría de los supermercados/hipermercados de Eslovaquia. Sin embargo, según ICEX, cabe diferenciar entre el aceite comercializado a través de marcas de distribuidor, donde el origen a veces es poco definido (se utiliza marcado CE en el etiquetado) y aquel que se comercializa con la propia marca española.
En cualquier caso, la percepción del aceite de oliva español está asociada a una imagen de calidad media-alta. No obstante, sus competidores de origen italiano o griego están estrictamente posicionados como productos de calidad superior en este mercado. Prueba de ello es el precio ligeramente superior de los productos con este origen respecto al aceite de origen español. Esto es explicativo, en parte, por los esfuerzos de marketing llevados a cabo por los productores/distribuidores de aceite de oliva de estos países, con una menor cuota de exportación que el español, pero un enfoque más enfocado al nicho gourmet, según precisa este organismo.
A su juicio, el incremento en el interés de los eslovacos por la alimentación saludable y ecológica es palpable, y brinda una oportunidad para productos como el aceite de oliva, básico y esencial en una dieta sana. Si bien está previsto que España mantenga el liderazgo en la importación de aceite de oliva, ICEX cree que es indispensable el uso de campañas de marketing y comunicación con el objetivo de educar al consumidor eslovaco acerca de los beneficios del aceite de oliva español, así como de promocionarlo en el mercado, con el fin de fortalecer su presencia.
