Italia
El escritor, periodista, oleólogo y director de Olio Officina, Luigi Caricato, asegura que la previsión para el cultivo del olivo en general es positiva, sobre todo si se tiene en cuenta lo ocurrido en la pasada campaña. “El optimismo está parcialmente justificado y, como de costumbre, el destino lo decide siempre Puglia”, añade. En esta ocasión, la principal región productora italiana registrará, salvo imprevistos, estimaciones prometedoras, a pesar de que durante el invierno se han registrado localmente algunos fenómenos atmosféricos nada favorables. Las heladas que se han producido en las zonas costeras han causado graves daños y, sin embargo, las perspectivas generales son “decentes”. En concreto, se prevén buenos datos en la zona de Bari, al norte de Puglia, en particular para los olivares de regadío que no se han visto afectados por la sequía. En consecuencia, se puede decir que la producción de Puglia de este año asegurará al menos el 60% de su potencial.
Caricato indica que las asociaciones del sector, por su parte, ya han dado a conocer sus datos de previsión “y, como es comprensible, sus estimaciones siempre expresan cifras bastante generosas, inclinándose hacia una producción de 300.000 toneladas, aunque técnicos y operadores económicos presagian una cifra menor. Lo cierto es que Puglia ha perdido irremediablemente a medio plazo un gran número de ejemplares en el sur de la región, debido a la Xylella. Además, un fenómeno que empieza a preocupar a los oleicultores es la alternancia productiva, por motivos más climáticos que agronómicos”, explica.
A su juicio, “los cambios climáticos han radicalizado el fenómeno de la alternancia. Si en el pasado nunca hubo un descenso drástico, sino simples reducciones en las cuotas de producción, ahora la alternancia lleva a una producción casi nula; y, por otro lado, cuando el año es bueno, a producciones excesivamente generosas”. De hecho, considera que el norte de Italia se verá fuertemente penalizado este año, especialmente en regiones como Veneto y Lombardía, pero la propia Liguria y Emilia Romagna están sufriendo un declive notable, al igual que otras regiones del centro de Italia. Otro aspecto por el que considera que es necesario empezar de nuevo, repensar y formular una nueva olivicultura en Italia, es el descenso objetivo de la producción registrado en los últimos cinco años, cercano al 50%. Se trata de un fenómeno que “debe hacernos reflexionar, teniendo en cuenta que, hasta la fecha, no existe un relevo generacional real”.
España
En el caso de España, según el consultor estratégico, analista oleícola internacional y profesor de la Universidad de Jaén (UJA) Juan Vilar, la campaña actual, si la climatología se mantiene como hasta ahora, será similar a la anterior en volumen de aceite de oliva, pero inferior en fruto, con unos mayores rendimientos, debido a la postración tanto del olivar moderno como del tradicional cultivados en régimen de regadío.
Por ello, cree que “muy probablemente” no se llegará a 1,4 millones de t., por lo que se prevé que las cotizaciones se mantengan durante los próximos meses, “salvo una circunstancia excepcional no planificada”.
Desde la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), José María Penco señala que todos los datos ya apuntaban a una campaña de producción de alrededor de 1.350.000 t. de aceite de oliva en España y la publicación de los datos de aforo de la Junta de Andalucía no ha hecho más que ratificar estos pronósticos. No obstante, según Penco, “todavía queda partido por jugar, puesto que la formación de aceite sigue su curso hasta finales de noviembre y la humedad del suelo, condicionada por las lluvias, será un factor crucial para alcanzar esta cifra”.
De momento, según precisa, las precipitaciones medias en Andalucía desde agosto hasta primeros de octubre son inferiores a la media, a lo que se suma que “veníamos arrastrando un déficit importante, por lo que esperamos que durante el mes de octubre y la primera quincena de noviembre lleguen estas ansiadas lluvias”.
Respecto a los rendimientos grasos de la aceituna en España, cree que serán superiores a los del año pasado, que batieron récord a la baja, y recuperarán la media de España. “Nos encontraremos, pues, ante una campaña de comercialización que será muy equilibrada, donde probablemente a nivel global la demanda superará a la producción y tendremos que tirar de excedentes para igualar la disponibilidad a las salidas. Todo ello nos garantiza un escenario estable de precios en unos niveles dignos como los que tuvimos durante la pasada campaña 2020/21”, subraya.
Grecia
En cuanto a la situación en Grecia, el bróker especializado en el mercado griego Luigino Mazzei detalla que la última campaña 2020/21 cerró, frente una previsión de 250.000-260.000 t., por encima de las 270.000 t.; además de ser una campaña que será recordada por sus “excelentes” cualidades.
Para el próximo año, apunta que la estimación global puede rondar las 180.000 t., debido principalmente a la baja cosecha que se registrará en Creta, donde no se esperan más de 45.000-50.000 t. (el año pasado se alcanzaron las 90.000 t.).
Tampoco se prevén buenas cifras para el Peloponeso, ya que los incendios del verano destruyeron muchos olivares tanto en Laconia como en Ilia (Pyrgos Olympia). “Este año, si todo va bien, podrían llegar a las 90.000 t.”, precisa.
A su vez, se estiman unas 40.000 t. entre las islas jónicas (Zante y Corfú), Mitilene y en el centro-norte de Grecia.
Túnez
El agente comercial y bróker italiano Adriano Caramia afirma que Túnez, tras dos años en las “antípodas” -en 2019/20 con unas 400.000 t.; y en 2020/21 con alrededor de 140.0000 t.-, prevé una producción de 220.000-240.000 t.
En su opinión, la meteorología seguirá desempeñando un papel importante en la confirmación, reducción o incremento de unas cifras que “siempre deben considerarse aproximadas”.
Según detalla, las precipitaciones fueron escasas durante todo el verano, aunque bien distribuidas geográficamente; por lo que cualquier lluvia adicional desde ahora y hasta el inicio del prensado solo podrá incrementar la disponibilidad de aceite en el país norteafricano.
Caramia asegura que los olivares tradicionales de secano se encuentran en una situación bastante difícil debido a la escasez de precipitaciones, por lo que las aceitunas son bastante pequeñas y los árboles muestran una situación de estrés hídrico. “La situación es mejor en el olivar de regadío, donde sin embargo los rendimientos son generalmente más bajos que en los olivares tradicionales de secano”, precisa.
En la actualidad, no se han registrado importantes ataques de la mosca del olivo, por lo que se espera una buena calidad.
También señala que, a finales del mes de julio, se habían exportado aproximadamente 166.000 t. de aceite, esto es, toda la producción del año y la mayor parte del stock preexistente. Considerando los meses de agosto, septiembre y octubre, la previsión es que el stock se sitúe en alrededor de 15.000 t., principalmente de lampante y virgen.
Marruecos
En cuanto a Marruecos, Noureddine Ouazzani, director de Agro-pôle Olivier, señala que las previsiones de los operadores del sector oleícola para la campaña 2021/22 apuntan a que la producción será un 30% superior respecto al año anterior, que fue de 120.000 toneladas. En concreto, se estima un volumen de 156.000 toneladas, aunque las condiciones de sequía de los meses de julio y agosto han dificultado el correcto desarrollo del fruto. Por el contrario, durante el mes de septiembre las condiciones climáticas han sido buenas, especialmente la temperatura.
Según subraya, las producciones esperadas son el resultado de las estrategias llevadas a cabo para ampliar las áreas oleícolas marroquíes (Plan Marruecos Verde/superficie actual 1.220.000 ha.) durante los últimos 10 años y la entrada en producción de nuevas plantaciones.
Ouazzani precisa que el precio actual y las transacciones del aceite de oliva virgen extra en el mercado local pronostican que el precio de la nueva producción comenzará en alrededor de 3,5 euros/kg.
Portugal
En Portugal -informa Alberto Serralha, CEO de Sociedade Agrícola Ouro Vegetal, S.A. (SAOV), productor y consultor internacional de aceite de oliva- prácticamente todo el territorio ha registrado elevadas precipitaciones, que han persistido prácticamente hasta el final de la primavera. Además, el verano fue bastante fresco, con temperaturas mucho más bajas de lo habitual, y las lluvias regresaron a principios de septiembre con una intensidad elevada en prácticamente en todo el país.
En su opinión, el aspecto negativo de esta climatología es que la población de mosca del olivo está creciendo, observándose ya ataques importantes, principalmente en olivares menos cuidados. “Portugal necesita un octubre seco para garantizar una cosecha de calidad”, considera.
Las expectativas actuales, después de una cosecha baja -las cifras oficiales no la evidencian, ya que actualmente los datos consideran la producción del año en lugar de la temporada-, hablan de alcanzar de una cifra récord, posiblemente entre 160.000 y 180.000 toneladas.
Según Serralha, el mercado de futuros está paralizado y la producción tiene ganas de cerrar operaciones, al tiempo que los envasadores son muy selectivos. El rango de precios para las escasas operaciones realizadas para octubre y noviembre varían principalmente entre 3,2 y 3,6 euros, dependiendo de los volúmenes, la calidad y la fecha de entrega del aceite.
