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Lourdes Fuster (Ifapa): 'La olivicultura actual se encuentra en un proceso de cambio que va a transformar el sector en las próximas décadas'

Lourdes Fuster (Ifapa): "La olivicultura actual se encuentra en un proceso de cambio que va a transformar el sector en las próximas décadas"

viernes 07 de enero de 2022, 13:00h

A principios de 2021 Lourdes Fuster (Sevilla, 1977) era nombrada nueva presidenta del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), un cargo que afronta con "ilusión, motivación y espíritu de entrega", según reconoce. En una entrevista con Mercacei Magazine 109 -de la que publicamos un extracto-, Fuster destaca los proyectos de este organismo -referente en materia de investigación- en aras de impulsar la competitividad del sector oleícola, así como los retos a los que debe hacer frente y que, a su juicio, son la innovación en el proceso de extracción, la adaptación al cambio climático, el aprovechamiento de los subproductos y la comercialización.

El Ifapa mantiene alianzas con las universidades andaluzas en materia de investigación, así como con entidades y empresas privadas. ¿Cómo seguirá apostando por esta colaboración?

El Ifapa, desde su creación, tiene como eje fundamental la realización de una investigación de excelencia que aporte soluciones al sector por medio de canales consolidados de transferencia y formación. Para llevar a cabo estas actividades, el Ifapa realiza proyectos y contratos de colaboración con universidades andaluzas y empresas privadas, y promueve numerosos programas formativos y de transferencia.

El sector del olivar y del aceite de oliva es una buena muestra de ello. Son múltiples las investigaciones en las que se trabaja en la actualidad integrando investigadores del Ifapa y de las universidades andaluzas en proyectos nacionales e internacionales. Igualmente, el Ifapa ha suscrito un gran número de contratos y convenios de colaboración con empresas del sector en aspectos clave como el riego, la fertilización, la lucha contra enfermedades (incluyendo la Xylella fastidiosa), la digitalización y el ensayo de nuevas variedades de olivo.

¿Tiene previsto este organismo potenciar proyectos de investigación en colaboración con las empresas del sector oleícola?

Como he comentado anteriormente, el Ifapa mantiene una estrecha colaboración con el sector oleícola, lo que se traduce en el desarrollo de numerosos contratos y convenios con empresas. Así, en la actualidad se trabaja conjuntamente con empresas punteras del sector en la optimización de los sistemas de plantación, en el manejo del suelo empleando técnicas de agricultura de conservación, o en la obtención de nuevas variedades mejor adaptadas al medio.

Además de estos contratos en curso, ante la nueva campaña, estamos preparando nuevos contratos con empresas del sector para abordar diversas problemáticas como el empleo de coadyuvantes tecnológicos para la mejora de la extracción del aceite, así como la evaluación, desarrollo y optimización de nuevas tecnologías aplicadas a las diferentes etapas del proceso de extracción del aceite de oliva.

Además, participa en numerosos proyectos de investigación e innovación nacionales e internacionales. ¿Cómo está contribuyendo esta labor investigadora en el desarrollo y modernización del sector del olivar y del aceite de oliva?

La investigación realizada desde el Ifapa en relación con el sector del olivar y del aceite de oliva se centra en la resolución de problemáticas que el propio sector nos transmite.

Así, en la actualidad el Ifapa centra su investigación, entre otras muchas, en líneas de “Evaluación de estrategias de manejo de suelo en olivar ecológico y su influencia sobre la respuesta productiva”; “Evaluación del estado nutricional de los árboles y su repercusión sobre la producción y calidad de los aceites obtenidos”; “Estudio de la resistencia a plagas y enfermedades en condiciones de campo de nuevas preselecciones varietales”; “Evaluación de nuevos herbicidas frente a los problemas de malas hierbas de difícil control”; “Evaluación de la productividad, los costes de cultivo, los sistemas de poda de formación y recolección específicos para los sistemas intensivo, alta densidad y seto”; “Determinación de la respuesta productiva y de calidad de frutos y aceites producidos mediante el uso de riegos deficitarios”; “Selección de genotipos adaptados al cultivo ecológico”; “Determinación del impacto del cambio climático sobre el olivar andaluz e identificación de medidas de adaptación para asegurar la sostenibilidad de estos sistemas”; y “Caracterización del aceite de oliva virgen de montaña para su diferenciación”.

Todo este conocimiento se pone a disposición del sector por medio de una intensa labor de transferencia y formación realizada desde los centros que dispone el Ifapa en la totalidad del territorio andaluz.

El fin último de todo este proceso de investigación, transferencia y formación es asegurar la sostenibilidad de los sistemas olivareros andaluces en el tiempo por medio del incremento de la rentabilidad de las explotaciones, pero siendo respetuosas con el medio ambiente.

¿Qué proyectos relacionados con este sector se están llevando a cabo en la actualidad?

Son múltiples los proyectos que en la actualidad se llevan a cabo desde el Ifapa en el sector del olivar y del aceite de oliva. Entre estos proyectos destaco, por ejemplo, los de “Experimentación, Cooperación y Transferencia de Tecnología en Olivar (Transforma 2019-2021)”, “Investigación e innovación en mejora genética de olivo (Inmegeo)”, “Aceite de oliva virgen: Calidad y diferenciación” e “Innova-Clima: Impacto del cambio climático y medidas de adaptación”.

Todos estos proyectos son coordinados por investigadores y técnicos del Ifapa y se centran en la mejora de la gestión del cultivo del olivo, así como de la genética, en la producción de aceite de oliva virgen de calidad y en aspectos relacionados con el cambio climático. Anteriormente ya comenté algunas de las actividades específicas que se realizan en estos proyectos.

El Ifapa juega un papel fundamental en el desarrollo de nuevas variedades de olivar…

Dentro de las estrategias que van a permitir al olivar avanzar con los nuevos tiempos, destaca el desarrollo de nuevas variedades de olivo que estén adaptadas a la olivicultura moderna. El Ifapa trabaja en el desarrollo de estas nuevas variedades con diversos objetivos como son la adaptación al cultivo en seto, la resistencia a enfermedades como verticilosis y la Xylella, una composición del aceite mejoradas y adaptadas al cambio climático y al cultivo ecológico. Son retos muy ambiciosos, que necesitan de una investigación continua, pero que ya han dado sus primeros frutos. Por un lado, se han obtenido las variedades Sikitita, Sikitita-2 y Martina, especialmente adaptadas al seto y con una gran variabilidad entre ellas en la composición de sus aceites; estas variedades se han obtenido fruto de un convenio de colaboración con la Universidad de Córdoba. Por otro lado, en el Ifapa acabamos de registrar otras tres variedades de olivo con alto nivel de resistencia a verticilosis, que es el mayor problema agronómico del olivar en la actualidad. Para la obtención de estas tres variedades, la colaboración con empresas privadas, donde se han realizado ensayos de resistencia, ha sido fundamental.

Pero esto es solo el principio. En el Ifapa seguimos trabajando de manera continua para seguir obteniendo nuevas variedades que respondan a la demanda del sector. Nos preocupa especialmente, la obtención de variedades adaptadas al cultivo ecológico y también al cambio climático. Consideramos que, en este proceso de obtención de nuevas variedades, el establecimiento de alianzas con distintos agentes del sector, y especialmente con empresas productoras va a seguir siendo de vital importancia.

¿Qué nuevas líneas de investigación han abierto relativas a asuntos de especial relevancia como la adaptación de los sectores estratégicos al cambio climático, la eficiencia hídrica y energética, la digitalización del campo o la valorización de los subproductos?

En referencia al cambio climático, desde el Ifapa trabajamos en la determinación de su impacto sobre el olivar mediterráneo para poder identificar aquellas zonas olivareras más vulnerables, y actuar sobre ellas. De igual modo trabajamos en la búsqueda y promoción de medidas de adaptación para hacer que los efectos negativos del cambio climático sean los menores posible. En relación a estas medidas, la introducción del regadío con estrategias de riego deficitario se presenta como una medida de adaptación que proporciona excelentes resultados. También se investiga la adaptación de las condiciones de elaboración del aceite de oliva virgen extra a frutos recolectados cada vez más temprano y la mitigación del efecto de las altas temperaturas mediante herramientas de bajo coste energético.

En relación con la mejora de la gestión del riego, desde el Ifapa se busca la promoción de estrategias de riego deficitario controlado que logran ahorros muy significativos de agua, sin un impacto importante sobre la producción. Para esta labor hemos desarrollado herramientas que optimizan el riego y la fertilización y que tienen gran aceptación entre los olivareros. En relación a la eficiencia hídrica en los procesos de extracción de aceite, los estudios del Ifapa sobre reducción de la aportación de agua son referentes tanto a nivel científico como de la propia industria. Con estos trabajos además se consigue una reducción de efluentes líquidos contaminantes de la almazara, con el consiguiente menor impacto medioambiental.

En relación a la digitalización, desde el Ifapa se ha iniciado un proceso de apoyo y potenciación empleando tecnologías punteras para la caracterización y manejo de los sistemas olivareros españoles. Así, se promueve la implantación de redes de sensores y el empleo de técnicas de teledetección para la mejora de la gestión de las explotaciones olivareras. Igualmente, tecnologías emergentes desarrolladas por el Ifapa, como es el caso de la aplicación de los ultrasonidos de potencia en la preparación de la pasta de aceituna, supone una reducción muy significativa en el gasto energético del proceso de extracción, gasto que, a su vez, se puede ver paliado en gran parte con el aprovechamiento de los subproductos del olivar y del aceite para la generación de electricidad.

Finalmente, habría que destacar los trabajos recientes que desarrolla el centro Ifapa “Venta del Llano” sobre digitalización del proceso de extracción del aceite de oliva como parte del desarrollo e implantación de la almazara 4.0 y el desarrollo de una plataforma digital para un comercio justo que interconecta de forma digital al productor con la almazara y el consumidor.