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LIFE Resilience comparte en Portugal su experiencia para combatir la Xylella fastidiosa

LIFE Resilience comparte en Portugal su experiencia para combatir la Xylella fastidiosa

viernes 01 de abril de 2022, 12:27h

LIFE Resilience, proyecto cofinanciado por el programa LIFE de la Unión Europea (UE), organizó el pasado 29 de marzo un seminario en la ciudad portuguesa de Elvas, donde informó a los agricultores de la zona acerca de las buenas prácticas que se están llevando a cabo desde el proyecto para la lucha contra la Xylella fastidiosa en cultivos de olivar y almendro.

El evento dió comienzo con la sesión de apertura de la mano de uno de sus socios, Nutriprado, con su gerente comercial Vasco Abreu, acompañado de la directora regional de Conservación de la Naturaleza de Alentejo, Gloria Martins; el director regional de Agricultura, José Calado; y el alcalde de Elvas, José Rondão Almeida.

El seminario continuó con uno de los socios del proyecto, Greenfield Technologies, como ponente de la jornada "La digitalización en las prácticas sostenibles en el olivar y el almendro". Jorge Blanco, responsable de I+D, recordó el significado de la digitalización agrícola, señalando que "puede ser entendida como una herramienta a disposición de los agricultores para la consecución de una gestión más eficiente de sus sistemas productivos”. Igualmente, el experto indicó que esta técnica puede significar “un campo más atractivo podrá fortalecer el relevo generacional y la fijación de la población rural”.

Posteriormente, el director técnico del Departamento de Proyectos de Asaja, José Carlos Caballero, explicó a los asistentes el papel de las asociaciones, instituciones y cooperativas en el proyecto LIFE Resilience y resaltó que “la prevención de esta bacteria resulta vital con un correcto manejo del cultivo y el mantenimiento de un estado sanitario de las plantaciones”. Además, añadió que “la participación en redes de alerta y detección precoz son esenciales en caso de aparición de algún foco aislado para evitar su propagación y disminuir, en su caso, los perjuicios para agricultores y administraciones que en forma de presupuesto puedan ocasionarse”.

A continuación, el gerente comercial de Nutriprado, Vasco Abreu, subrayó que “las cubiertas con base en leguminosas hacen un secuestro de nitrógeno en base a 80 U y un secuestro de carbono en 8 t. por hectárea”. Tras finalizar su intervención fue el turno de Filipa Tereso, de Agrosustentável, y la ponencia "La biodiversidad funcional como herramienta para la limitación de plagas".

Por último, tuvo lugar una mesa redonda -moderada por José Maria Falcão, miembro de la Associação Interprofissional da Fileira Olivícola (AIFO)- en la que también participaron José Calado, director regional de Agricultura; Manuel Barrera (Charqueirão); Pedro Fevereiro (Inove Plan Protect); y Ricardo Miguelañez (Agrifood Comunicación). Durante la charla, se dieron a conocer los principales logros de LIFE Resilience en estos cuatro años de trabajo, en los que se han desarrollado más de 10 genotipos de olivo tolerantes a la Xylella; un sistema de buenas prácticas que aumenta la resistencia de los cultivos leñosos (olivo y almendro); el poder generar un ahorro en los costes de producción de los agricultores reduciendo recursos como agua, combustible y fertilizante utilizados en las fincas; y la concienciación de que esta bacteria es una notable problemática ambiental cuyos progresos realizados ayudarán a más de 1 millón de agricultores de los países mediterráneos.

Otra de las cuestiones que se plantearon fue el uso de las prácticas promovidas por el proyecto como son las cubiertas vegetales, la flora auxiliar, los hoteles de insectos y los refugios para las aves que permiten que un gran número de microorganismos y diversa fauna crezcan en el cultivo, asegurando así la presencia depredadores naturales que mantienen a raya a los principales organismos transmisores de la Xylella.

También se planteó que el uso intensivo de fertilizantes genera gases de efecto invernadero que escapan a la atmósfera y afectan a la microfauna del suelo causando una pérdida de biodiversidad. Según señalaron, las prácticas de LIFE Resilience, sobre todo el uso de cubiertas vegetales, bioestimulantes y biofertilizantes, aumentan notablemente la salud del suelo. Además, se abordó la puesta en marcha de prácticas innovadoras de agricultura de precisión para gestionar el tratamiento en los campos demostrativos del proyecto. Para ello, se ha utilizado la tecnología, MAP2SOIL, que emplea sensores de conductividad y GPS para elaborar mapas de zonificación de las parcelas; vuelos de dron con cámara térmica, dado que los árboles infectados muestran una temperatura distinta a los sanos; imágenes de satélite para analizar el desarrollo vegetal en las fincas; y una plataforma con datos geo-referenciados para los miembros del Life Resilience, así como para aquellos agricultores y empresas adheridas como parcelas de replicación.