La propuesta, denominada “El mar, el aceite de oliva y la primera vuelta al mundo”, tiene como objetivo ahondar en la historia y en la cultura del olivar. Además, con la publicación “El navío Oriflame y su tiempo”, de Vicente Ruiz, el centro aumentará su biblioteca, “que está dedicada a la memoria de Giuseppe Parma y que puede ser consultada por todo aquel que lo desee”, según ha explicado el presidente de la entidad, Javier Gámez.
“Para nosotros es un honor contar con personas de tanta proyección como es Vicente Ruiz, ya que ha recibido numerosos reconocimientos como el Premio Nuestra América -por un estudio acerca de la propiedad española del tesoro del mítico navío Oriflame- o el Premio Internacional García Diego de Historia de la Tecnología”, ha subrayado Gámez.
A su juicio, es interesante llevar a cabo jornadas de este tipo que vienen a ilustrar la historia y las vivencias relacionadas con el aceite de oliva, y en este caso entroncadas con el mar y la primera vuelta al mundo.
Por su parte, Vicente Ruiz ha explicado que “con esta actividad pretende hacer un recorrido por el mar y el aceite de oliva desde un punto de vista gastronómico, entendiéndolo como aderezo de alimentos y potenciando su poder conservante. Se trata de una revisión de su uso para la que recorreremos la época ibérica, la Hispania Romana, la gastronomía andalusí, la cocina de Sefarad y, por último, los comienzos del siglo XVI. Además, el aceite de oliva protagonizó una aventura apasionante como fue la primera vuelta al mundo -ahora se conmemora el 500º aniversario de la llegada de Juan Sebastián Elcano a Sevilla tras circunnavegar el globo- pues uno de los víveres que llevaban a bordo era este producto que se utilizaba tanto para alimentar a los marineros como para conservar los alimentos”.
Asimismo, Ruiz ha explicado que “hablaremos del aceite de oliva como un embajador de nuestra gastronomía, de la llegada a América, de cómo se introdujo en el continente y de cómo se convierte en un elemento globalizador. Además de hablar de sus propiedades y de que se consideró como un medio para frenar el escorbuto, remataremos todas estas explicaciones con un maridaje en el que no faltará la manzanilla de Sanlúcar y alimentos conservados en aceite de oliva -los que se ha podido conocer que tomaban la tripulación de La Trinidad, San Antonio, La Concepción, La Victoria y La Santiago- gracias a la colaboración de Cantina La Estación”.
“Una actividad muy interesante para los amantes de la historia, el aceite de oliva y los manjares de aquel tiempo, pero también para los paladares del presente”, ha concluido Ruiz.
