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Nueva fuente de ingresos para los olivicultores: créditos de carbono

Nueva fuente de ingresos para los olivicultores: créditos de carbono

jueves 16 de junio de 2022, 11:58h

Esta nueva solución de Agoro Carbon Alliance-Europe se presentó ayer en la jornada técnica que Asaja-Sevilla celebró en el Centro Guadiamar de Huévar del Aljarafe, a la que asistieron más de 100 agricultores. Los expertos que participaron en este acto como ponentes -provenientes de la organización agraria y de centros de investigación- denunciaron la pérdida de ayudas al olivar tradicional en la nueva PAC, al tiempo que asistieron a la presentación de esta novedosa iniciativa que supone una importante fuente de ingresos para las explotaciones olivícolas.

El encuentro fue inaugurado por la alcaldesa del Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe, María Eugenia Moreno; la presidenta del Ifapa, Lourdes Fuster; la directora general de Ayudas Directas y de Mercados de la Junta de Andalucía, Consolación Vera; y el secretario general técnico de Asaja-Sevilla, Eduardo Martín.

Lourdes Fuster, agradeció a Asaja su colaboración y recordó que estas jornadas se engloban dentro del acuerdo marco suscrito entre Asaja-Sevilla y el Ifapa el pasado 26 de noviembre para el desarrollo de actividades de formación, innovación y desa”rollo tecnológico en el ámbito agrario y medioambiental. “Esta colaboración no solo es útil para que el Ifapa pueda realizar su función sino para beneficiar a todos los agricultores”, aseguró

Por su parte, la alcaldesa de Huévar del Aljarafe, María Eugenia Moreno, recordó que ya ha finalizado el plazo para presentar aportaciones al Plan Estratégico de la PAC, y lamentó especialmente las pérdidas en el sector de la aceituna de mesa, que “provocarán la reducción en el número de jornales e incluso obligarán a muchos agricultores a cambiar de cultivo”.

A continuación, Consolación Vera incidió en que “Andalucía puede perder 100 millones de euros al año con esta nueva PAC”, al tiempo que aseguró que “hay que corregir cuestiones como los ecoesquemas, la configuración de las regiones productivas o la figura del agricultor activo”. En definitiva, Vera instó en “diseñar otra PAC que no cause tanto perjuicio a Andalucía y para ello tenemos que seguir trabajando juntos”.

En sentido pronunció también el secretario general de Asaja-Sevilla, Eduardo Martín, quien aseveró que “tras tres años de intenso trabajo, de unidad de acción de todo el sector, de un sinfín de reuniones y de hasta cinco manifestaciones, hemos conseguido modificar muchas cosas, pero aun así la PAC que se plantea sigue sin corregir los tremendos agravios para los agricultores y ganaderos andaluces”.

Créditos de carbono

El encuentro abordó un aspecto novedoso vinculado a la nueva PAC, como son los créditos de carbono, que suponen una nueva fuente de ingresos para las explotaciones de olivar.

Gracias a Agoro Carbon Alliance-Europe, una empresa dedicada a la sostenibilidad -creada y respaldada por Yara-, que nace con el objetivo de acelerar la descarbonización de la agricultura global, los agricultores podrán cobrar por su contribución en el secuestro del carbono.

Tal y como explicó el director comercial de Agoro, José Alfonso Mantas, durante la jornada Agoro garantiza 14 euros por hectárea y año, y “podrán participar agricultores con al menos 100 hectáreas que aún no estén realizando de antemano agricultura de conservación y esté dispuesta a ponerla en práctica”.

La nueva PAC y el olivar

A continuación, Antonio Alcántara, jefe del Servicio de Seguimiento de la PAC de la Secretaría General de Agricultura de la Junta de Andalucía, abrió el turno de conferencias técnicas informando a los invitados con detalle sobre la nueva PAC 2023 desde que comenzó su proceso de reforma en 2017.

Alcántara detalló todos los cambios introducidos en esta nueva PAC y lamentó “el agravio que generará en Andalucía el modelo de regionalización, o la puesta en marcha de los ecoregímenes, prácticas muy exigentes que, aunque voluntarias, pueden hacer perder el 23% de las ayudas si no son puestas en marcha”. “De hecho, para la provincia de Sevilla las mayores pérdidas vendrán derivadas de estos ecoesquemas, que pueden hacer perder 71 euros por hectárea, la mitad de las ayudas actuales”, indicó.

Respecto a la ayuda asociada al olivar anunciada por el Ministerio y dotada con 27 millones, Alcántara lamentó que los requisitos que incluye “no permitirán que se beneficie la aceituna de mesa”.

Cubiertas vegetales y nueva PAC

Por otra parte, uno de los requisitos de los ecoregímenes -las nuevas ayudas de la arquitectura medioambiental de la PAC- serán las cubiertas vegetales, de ahí la importancia de su correcta implantación y manejo. Este asunto fue abordado por la investigadora y coordinadora del Ifapa, Milagros Saavedra, quien aclaró que “aunque aún no está publicada la normativa y podría haber variaciones, sí está claro que las cubiertas vegetales son muy útiles para el olivar, ya que reducen la erosión, fijan carbono, aumentan la materia orgánica en el suelo, reciclan los nutrientes, las leguminosas fijan nitrógeno atmosférico, contribuyen a la proliferación de microorganismos en el suelo y al equilibrio ecológico y mejoran la diversidad de la flora y la fauna”.

Por todo ello, Saavedra afirmó que “las cubiertas vegetales son interesantes para el olivar, pero siempre que el agricultor obtenga beneficios y no le generen pérdidas, ya que la agricultura no es una actividad ecológica sino una actividad económica”. En este sentido, la investigadora del Ifapa recordó que “hoy en día nos encontramos mucha agro-incultura, la política agraria muchas veces pretende corregir los defectos del abuso de las prácticas de cultivo pero no siempre se han orientando bien, introduciendo limitaciones o eliminando determinados espacios con vegetación natural, sembrada o plantada como superficies elegibles, si bien parece que esto se va a corregir”.

Saavedra aseguró que “las cubiertas vegetales funcionan, pero siempre que cubran el suelo, que produzcan biomasa, que se pueda controlar la competencia por agua y nutrientes y a un coste razonable”. Para ello “a la hora de implantarlas se requiere desarrollo y apoyo económico, ya que va a resultar muy costoso el manejo y también la adaptación de la maquinaria, y el importe de la ayuda estimada para compensar gastos extra no parece que compense a la larga”, añadió.

Además, “aunque las cubiertas bien manejadas e implantadas hacen posible que el suelo mejore, esas mejoras no son inmediatas ni mucho menos en el plazo que dura una reforma de la PAC; la experiencia nos indica que las mejoras se notan a medio plazo, en 5-10 años”, concluyó.