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El aceite de oliva español confirma su hegemonía en Ecuador

El aceite de oliva español confirma su hegemonía en Ecuador

miércoles 30 de agosto de 2023, 12:32h
Entre España e Italia siguen acumulando el 90% de las importaciones de aceite de oliva por parte de Ecuador con una clara predominancia de España (76%), que alcanzó un valor de 6,04 millones de dólares en 2022. El hecho más notable del consumo de aceite de oliva en este país sudamericano es el crecimiento experimentado en los últimos seis años a raíz del Acuerdo Comercial Multipartes entre Ecuador y la Unión Europea, que entró en vigor el 1 de enero de 2017 y supuso una reducción de los aranceles e impuestos a la importación de muchos productos originarios de la UE, entre ellos el aceite de oliva, según destaca en un estudio ICEX España Exportación e Inversiones.

Este organismo señala que previamente al acuerdo comercial, los aranceles que gravaban el aceite de oliva proveniente de Europa eran elevados, lo cual encarecía mucho el producto, si bien gracias a este acuerdo bilateral el arancel pasó a ser del 0%, resultando de gran conveniencia para su comercialización en Ecuador, viéndose reducidos los precios y consecuentemente siendo más accesibles.

En el caso de la población ecuatoriana, el aceite de oliva era consumido principalmente por la clase media y media-alta, que conoce y valora los beneficios del producto en comparación con otros tipos de aceite. La mayor parte de la población compraba productos sustitutivos y conocidos como el aceite de maíz, el aceite de girasol y el aceite de palma, que cuentan con una amplia oferta local y precios más económicos.

El consumidor de aceite suele adquirirlo en las grandes cadenas de supermercados existentes en el país (Supermaxi, Mi comisariato, etc..), en los Comisariatos o en los “delicatessen”, o bien lo consume en restaurantes, que generalmente ofrecen aceite de oliva para aderezar las ensaladas.

La situación económica de Ecuador lo convierte en un país muy sensible a la variable precio, lo que hay que tener muy en cuenta a la hora de diseñar la estrategia de entrada a este mercado, puesto que el consumo del aceite de oliva en Ecuador ha estado inevitablemente condicionado en este aspecto, según ICEX. Por otro lado, influía el alto precio del aceite de oliva en comparación con otros aceites como el de palma o girasol, que suelen ser la elección de los consumidores con menor poder adquisitivo. Sin embargo, esta situación está cambiando y actualmente se evidencia un cambio de comportamiento en el hábito de compra de los consumidores, incluso en los percentiles de menores ingresos, que ya no consideran al aceite de oliva como un producto de lujo que, aunque con menor frecuencia, ya optan por incluir al producto como parte de su cesta alimentaria.

Este organismo indica que actualmente existe más oferta, variedad y marcas, pero aún falta un mayor posicionamiento en la cultura ecuatoriana, por lo que es necesario trabajar en la promoción y publicidad del producto. Un punto importante, a su juicio, es que Ecuador tiene una economía dolarizada, lo que prácticamente elimina el riesgo de devaluaciones monetarias, otorgándole mayor seguridad y previsibilidad al exportador español a la hora de colocar su producto en el mercado ecuatoriano.

ICEX también señala que podría hablarse de una identificación muy cercana del aceite de oliva con el producto español. Dada la escasa variedad de productos que ofrecen los supermercados, a menudo los únicos aceites de oliva disponibles son de procedencia española o italiana. En este sentido, afirma que la oferta de los dos países es la más representativa, pero con mayor preeminencia de la oferta española, sobre todo en cantidad.

En Ecuador la oferta y los hábitos locales alimenticios de los sectores de mayores ingresos valoran el modelo europeo, por lo que los productos importados gozan de muy buena aceptación, y en concreto la procedencia española es siempre un valor añadido. El aceite de oliva se asocia con la calidad del producto español y con las bondades de la Dieta Mediterránea. Como ocurre con la tendencia mundial, los hábitos de los ecuatorianos están cambiando hacia una alimentación más sana y variada. La mayoría de las importaciones son productos de gama media y alta.