La RAIF ha precisado que la generación filófaga fue inusualmente elevada, obligando a tratamientos específicos en algunas zonas y, en la actualidad, en plena floración del olivo, el ataque a las flores es elevado e incluso en aquellas zonas más adelantadas, en las que hay fructificación, asistimos a una importante cantidad de frutos atacados.
Las recomendaciones de tratamientos fitosanitarios contra esta plaga en la Gestión Integrada de Plagas son a partir de más de 5% de inflorescencias con formas vivas y una floración de menos de 10 inflorescencias por brote.
Según datos de la RAIF, en la actual campaña hay una media provincial de siete inflorescencias por brote (tomado de 179 muestreos por toda la provincia) y los muestreos realizados entre el 20 y el 23 de mayo informan del 11,9% de inflorescencias atacadas, lo que "define una situación de un ataque elevado, por lo que se recomienda a los productores que consulten con su servicio técnico la situación de su finca".
De ser necesaria la aplicación de medidas fitosanitarias, ha indicado que existe una amplia gama de insecticidas autorizados y se deben seguir las indicaciones del servicio técnico acerca de la materia activa a emplear, dosis y momento de aplicación.