Esta iniciativa nace de la convicción de que el futuro de estas comarcas pasa por dar pasos firmes hacia la valorización de sus productos "únicos y de calidad", según informó el Ayuntamiento de Órgiva.
Según se puso de manifiesto en este encuentro, el aceite de oliva virgen extra del Valle de Lecrín y de la Alpujarra, tanto granadina como almeriense, destaca por su gran diversidad varietal y la riqueza de sus suelos, fruto de un entorno natural privilegiado y del trabajo cuidadoso de sus agricultores.
El proyecto de reconocimiento de esta DOP -impulsado por la cooperativa La Flor de la Alpujarra- detalla que las comarcas históricas de la Alpujarra y Valle de Lecrín cuentan comuna superficie olivarera cercana a 9.000 hectáreas en la provincia de Granada y cercana a 4.000 hectáreas en la provincia de Almería, de las cuales se pueden considerar olivar centenario más del 60% de esa superficie.
“El olivar y los aceites obtenidos en nuestro territorio es un producto agroalimentario tradicional y con reputación, y de gran importancia para las economías locales, formando parte del paisaje agrario de La Alpujarra y del Valle de Lecrín, y por tanto de nuestra identidad territorial”, destaca.
Además, añade que se trata de un olivar peculiar, asociado a cultivos intercalares entre ellos cítricos, almendros e higueras, la mayor parte de regadío, sobre sistemas tradicionales de bancales y acequias históricas establecidas en la época nazarí, "que le imprimen un fuerte carácter al cultivo de este olivar tradicional de montaña”.
La variedad Lechín de Granada es la variedad autóctona más representativa de estos olivares tradicionales, junto con la variedad picual de Almería o picual de La Alpujarra. Ambas son las variedades que identifican sus aceites, junto con otras secundarias de más reciente implantación tales como hojiblanca, picual de Jaén o arbequina.